Los sindicatos sanitarios acusan al Gobierno regional de negarse a negociar
La Consejería supedita el diálogo a que los delegados abandonen el encierro en la sede del Sespa
Los sindicatos sanitarios acusan al Gobierno regional de negarse a negociar
De izquierda a derecha, Francisco Menéndez (SICEPA-USIPA), Margot Marqués (SATSE), Alejandro González (CC OO), Ramona García (UGT) y María José Fernández (USAE), durante su rueda de prensa, tras la puerta del Sespa. julián rus
Lne.es» Sociedad y Cultura Oviedo, Pablo ÁLVAREZ
«En la tarde del viernes pasado, la gerencia del Servicio de Salud (Sespa) rompió la negociación», proclamaron ayer los delegados sindicales del ámbito sanitario, en la decimotercera jornada de su encierro en la sede oficial del mencionado organismo. Ante la falta de respuesta de la Administración sanitaria a la propuesta de negociación que remitieron el pasado día 7, los representantes de los sindicatos convocaron a los medios de comunicación con objeto de dar respuesta a las declaraciones más recientes de los responsables de la Consejería de Sanidad. «Nuestras reivindicaciones no son retributivas», enfatizaron los dirigentes de UGT, Comisiones Obreras, SATSE, USAE y SICEPA-USIPA.
Los delegados comparecieron detrás de los barrotes de la puerta metálica del Sespa. Sus dardos más envenenados se dirigieron contra la gerente del Sespa, Celia Gómez, a quien acusaron de «cortar la señal de televisión, impedir que podamos hablar con la prensa y con la familia, si no es a través de unas rejas, y de aumentar los controles de seguridad de los encerrados de una manera asfixiante».
Francisco Menéndez, representante de SICEPA-USIPA, dio lectura a un manifiesto en el que los portavoces sindicales exponen el fondo de su reivindicación: «Queremos una jornada en turno rotatorio, es decir, mañanas, tardes y noches, igual que el resto de las autonomías españolas (1.530 horas), y que el descanso después de la guardia se considere jornada realizada. Lo decimos muy claro: "Igual que el resto"».
Los delegados sostienen que la gerente del Servicio de Salud «sabe muy bien que la jornada asturiana es la peor del Sistema Nacional de Salud», y añaden que «consideramos prioritario y fundamental el mantenimiento del mayor número de puestos de trabajo: ése es un objetivo irrenunciable e innegociable». Otras demandas son «computar el tiempo de almuerzo como jornada, al igual que en la mayoría de las autonomías, y dar estabilidad a los muchos contratos eventuales realizados sobre plazas vacantes».
Unas horas después de estas declaraciones, la Consejería de Sanidad difundió un comunicado en el que invita a los representantes sindicales «a abandonar el encierro como paso necesario para retomar el diálogo». Según el Gobierno asturiano, el pretendido diálogo «no puede producirse desde una posición de fuerza como es la ocupación de un centro administrativo de trabajo». El Sespa «siempre se ha encontrado con una posición cerrada por parte de los encerrados», precisa Sanidad.
El conflicto sanitario, originado por la aplicación en el Principado de la ampliación de la jornada de 35 a 37,5 horas semanales, parece haber entrado en un compás de espera. Los sindicalistas encerrados subrayan que no descartan convocar una huelga, pero quizás esta palabra ha sido pronunciada con más determinación por los dirigentes del Sindicato Médico de Asturias (SIMPA), quienes ponen el acento reivindicativo en las libranzas posteriores a las guardias. Estos últimos, sin embargo, han optado por dar un plazo a la Consejería de Sanidad. «Es posible que lleguemos a la huelga, pero antes queremos agotar todas las posibilidades de negociación», señaló ayer Antonio Matador, secretario general del SIMPA.
Matador anunció que el sindicato impugnará específicamente -y sin perjuicio de otros recursos referidos a todo el colectivo médico- la modificación de la jornada de trabajo realizada al personal MIR.
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