Lerner, un inmunólogo para abrir boca
El científico estadounidense fue el primero de los galardonados en llegar a Oviedo, «agradecido por recibir un reconocimiento tan prestigioso»
Richard A. Lerner, ayer, a su llegada a Oviedo. Luisma Murias
Lne.es » Sociedad y Cultura Oviedo, Eduardo GARCÍA
La llegada a Oviedo en la tarde de ayer del investigador norteamericano Richard A. Lerner abrió oficialmente la semana de los premios «Príncipe de Asturias».
El inmunólogo, que fue durante más de veinte años, hasta este mismo 2012, presidente del departamento de Patología Experimental del Research Scripps Institute de La Jolla (California), llegó a Asturias acompañado de su esposa, Nicola, y a pesar del largo viaje, con escala en Madrid, que le trajo desde el oeste de Estados Unidos, tuvo tiempo y ganas para charlar cinco minutos con los periodistas que le esperaban a las puertas del hotel de la Reconquista.
Tiempo suficiente para asegurar que «por supuesto que sabía de la existencia de los premios "Príncipe de Asturias"» y añadir que «estoy muy agradecido, esto es algo muy prestigioso».
Richard Alan Lerner nació en Chicago en 1938, estudió Medicina en las universidades Northwestern y Stanford, en la que se doctoró en 1964. En 1965 empezó su trayectoria investigadora, que no ha abandonado en toda su vida. En la actualidad ocupa la cátedra «Lita Annenberg Hazen» de Inmunoquímica del departamento de Biología Molecular del Scripps, y es miembro del Skaggs Institute de Biología Química.
Lerner, recuerda la Fundación Príncipe de Asturias cuando analiza la trayectoria profesional del científico, «fue el artífice del avance más importante desde el descubrimiento de los anticuerpos monoclonales hace un cuarto de siglo: la concepción, diseño y creación de bibliotecas combinatorias de anticuerpos, actualmente las más utilizadas de todas las bibliotecas del campo de la bioquímica, lo que permitió ampliar el rango de acción del sistema inmune». Por otra parte, Lerner ha sido pionero en el desarrollo de los denominados anticuerpos catalíticos, una estrategia destinada a acelerar y catalizar reacciones químicas para las que los métodos tradicionales no son eficientes.
Pantalones de corte vaquero nada protocolarios y mirada curiosa a la interpretación de la banda de gaitas «Xiranda Tierra Astur», que lo recibió como corresponde a los galardonados. Fotografía de rigor junto al cartelón que anuncia la edición de los premios «Príncipe de Asturias» y unas palabras de elogio para el trabajo de Gregory Winter (1951), el científico británico con quien va a compartir este viernes el premio «Príncipe» de Investigación Científica y Técnica. Ya se conocen y ya han hablado sobre el premio, pero Asturias los va a unir mucho más.
Lerner, que es doctor honoris causa por siete universidades europeas y americanas, fue recibido a las puertas del hotel por la directora de la Fundación Príncipe de Asturias, Teresa Sanjurjo, a la que le espera una semana intensa.
Entre los premios recibidos por este inmunólogo que saltó a la actualidad científica mundial a partir de un rompedor artículo publicado en 1989 en la revista «Science», está el «William B. Coley Award» del Instituto de Investigación del Cáncer de los Estados Unidos, en el año 1999.
Richard Alan Lerner fue la avanzadilla de los premiados. Hoy, día de descanso (se supone que también para él y su esposa). Mañana, martes, será la jornada grande de bienvenida. Por la mañana llegará a Oviedo la filósofa estadounidense Martha Nussbaum, premio «Príncipe de Asturias» de Ciencias Sociales. A la una de la tarde se espera al arquitecto Rafael Moneo, premio «Príncipe de Asturias» de las Artes. Y tras él, José Antonio Busto, presidente de la Federación Española de Bancos de Alimentos, premio «Príncipe de Asturias» de la Concordia, y el investigador Gregory Winter.
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