La crisis se escucha ante el Campoamor
Indignados y colectivos afectados por el ajuste se manifiestan y abuchean a los Príncipes en la entrega de los premios de la Fundación
Lne.es » Asturias Oviedo, José A. ORDÓÑEZ
Los indignados por la crisis y varios colectivos de trabajadores afectados por los recortes llevaron ayer sus reivindicaciones a las puertas del teatro Campoamor, coincidiendo con el acto de entrega de los premios «Príncipe de Asturias». Bajo el eslogan «la España real no tiene nada que celebrar» y rodeados por un notable dispositivo policial, entre mil y dos mil personas se concentraron en la plaza de la Escandalera para protestar contra los tijeretazos en los servicios públicos y las políticas de austeridad.
Los galardonados e invitados a la ceremonia de la Fundación Príncipe de Asturias fueron recibidos por los manifestantes con abucheos y eslóganes como «Manos arriba, esto es un atraco», «No hay pan para tanto chorizo» o «Vergüenza, vergüenza». También hubo gritos contra la Monarquía y en favor de la República. La bronca subió de tono con la llegada de los Príncipes y de la Reina, justo antes del inicio de la ceremonia. Los futbolistas Xavi e Iker Casillas fueron los premiados que concentraron más pitos.
La protesta se reprodujo al final del acto, pasadas las ocho de la tarde, aunque entonces ya había menos gente en la Escandalera.
A juzgar por las pancartas, los eslóganes y las camisetas de los asistentes, la movilización de ayer reunió a funcionarios, defensores de la escuela pública, trabajadores de la sanidad y de la televisión autonómica (RTPA), integrantes de la plataforma ciudadana contra los recortes, miembros de la asociación Asturias Laica, militantes por la oficialidad del asturiano, empleados de Cajastur, Mujeres del Carbón en Lucha o el Frente Cívico Somos Mayoría, entre otros colectivos. En el plano político, se dejó notar una amplia representación de Izquierda Unida (IU), con Manuel González Orviz, el coordinador regional de la coalición, al frente.
En la protesta se vieron desde jóvenes portando banderas republicanas hasta señoras de mediana edad golpeando caceloras. Desde batas médicas a trajes de bombero, pasando por cascos de minero. Una movilización de lo más heterogéneo que arrancó en torno a las cinco y media y no concluyó hasta pasadas las ocho, con la salida de las autoridades del Campoamor. En las pancartas y carteles había de todo. Desde un «fartones» en letras rojas y a gran tamaño hasta un irónico «dimitir no es un nombre ruso».
«Estamos aquí para protestar contra todos los recortes en los servicios públicos, sobre todo en sanidad y en educación», aseguró Pablo González, un manifestante que acudió a la protesta de Oviedo desde Avilés. Acompañado de otros integrantes de la plataforma ciudadana contra los recortes, justificó el momento y el lugar elegido para la movilización en «la gran cobertura mediática de los premios». Otro asistente, Marcos López, abogaba por la suspensión de actos como el de ayer hasta que escampe la situación económica. «Si no hay dinero para ayudar a las familias que lo están pasando mal, que tampoco lo haya para esto», afirmó.
Desde el colectivo de profesores de la escuela pública, Primi Avella señaló que los convocantes quisieron «aprovechar la ocasión para expresar todo el cabreo que tenemos». Además, subrayó que «en estos tiempos de crisis no debería ir ni un euro a estos fastos».
La protesta ciudadana comenzó por la mañana, con una concentración de funcionarios ante el hotel de la Reconquista.
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