Fallece el histórico dirigente de CC OO Miguel Iglesias Ballina a los 61 años
Los representantes sindicales lamentan la pérdida del que fuera secretario de la organización en Oviedo y ahora responsable de Empleo
La capilla ardiente está en el tanatorio de El Salvador. :: J. DÍAZ
El Comercio. 07.11.12 - 01:40 -SUSANA NEIRA | OVIEDO.
«Es una pérdida muy dolorosa para CC OO, al que dedicó su vida con entrega», dice Pino
Ayer falleció a los 61 años en Oviedo Miguel Iglesias Ballina, histórico dirigente de Comisiones Obreras y militante del Partido Comunista de Asturias. Respetado y muy querido dentro del mundo sindical, este vigués de nacimiento y asturiano de adopción ocupó durante muchos años la secretaría de la Unión Comarcal de Oviedo y a mediados de los noventa se incorporó en la dirección general, siendo en la actualidad responsable de Empleo.
Muchos compañeros se acercaron ayer hasta el tanatorio de El Salvador, donde está instalada la capilla ardiente, para arropar y mostrar sus condolencias a su viuda, Mari Sol González Robles. Sus restos mortales será incinerados hoy, a las cinco de la tarde. Se celebrará un acto de despedida de cuerpo presente y posteriormente recibirá sepultura en el cementerio de El Salvador.
La noticia de su muerte, tras duras semanas de lucha contra la enfermedad, marcó ayer la reunión de preparación de la huelga del próximo 14 de noviembre. Muchos de los asistentes se enteraron al comienzo. «Era un hombre histórico del sindicato, un dirigente cualificado y sobre todo humano; representaba lo mejor de este sindicato», le recordó ayer el secretario general de CC OO, Antonio Pino.
Destacó especialmente su compromiso con los derechos de la clase trabajadora y las libertades democráticas. En los últimos tiempos, Iglesias Ballina veía con mucha preocupación el aumento de las cifras del desempleo. «El último trimestre del año va a ser aún más dramático para el empleo por los recortes», declaró a este periódico a principios del pasado mes, tras conocer las cifras de septiembre.
Nacido en Vigo el 28 de julio de 1951, cursó estudios en la Universidad Laboral de Gijón y desde muy joven, aún en la clandestinidad, comenzó a militar en el Partido Comunista y CC OO, donde inició su andadura como representante de los trabajadores en la Fábrica de Metales Santa Bárbara (SIA Metales).
En 1977, una vez legalizado el sindicato, fue elegido secretario general del Metal de CC OO. Dos años más tarde asumió la secretaría general de la Unión Comarcal, pasando a formar parte de la dirección en noviembre de 1996. Primero ocupó la secretaría de Comunicación, antes de hacerse cargo de Empleo. También representaba al sindicato en el Consejo Social de la Universidad, en el Consejo Asturiano de Formación Profesional y en el Servicio Público de Empleo.
«Es una pérdida muy dolorosa para este sindicato, al que dedicó su vida con entrega y convicciones admirables», añadió Pino, quien destacó su «enorme espíritu de lucha y sacrificio» y su facilidad para conectar con los problemas y sensibilidad de los trabajadores «dada su enorme calidad humana». «Conocía perfectamente la realidad laboral, social y política asturiana y eso le convertía en una persona de referencia dentro y fuera de nuestra organización», concluyó.
El coordinador de IU de Asturias, Manuel González Orviz, lamentó también la pérdida de «un hombre bueno, comprometido con la izquierda y con un claro compromiso con sus organizaciones políticas y sindicales, que son también las nuestras».
Su pérdida «conmocionó», según recordó, a los asistentes a la reunión previa a la huelga ya que «al margen de la adscripción sindical, era un compañero, un camarada de lucha». De ahí que decidiera no posponer la reunión: «Qué mejor colofón a su vida que cerrarla defendiendo y luchando por la defensa del estado social y la democracia de trabajadores y ciudadanos».
«Ha dejado huella»
Los secretarios generales en Asturias de UGT, Justo Rodríguez Braga, y de USO, Francisco Baragaño, también se refirieron a la desaparición del sindicalista, durante una rueda de prensa conjunta con Pino y con Orviz. El primero trasladó su pésame a su familia política y sindical, porque «ha dejado huella» como persona «de izquierdas y progresista». El segundo, muy afectado, definió el fallecimiento como «una gran pena». Más tarde, en un escrito, destacó que fue un hombre honesto, solidario, activista de la lucha obrera desde su juventud, gran amigo y compañero y del Real Madrid. «Seguirás vivo en la memoria; hasta siempre bueno amigo», despidió.
«Se nos ha ido un comunista ejemplar», resumían ayer los tres concejales de IU. El Partido Comunista de Asturias también expresó su pesar por la muerte e «un militante infatigable por los derechos de la clase obrera». Además, lamentaron la pérdida desde la patronal. «En lo personal, un hombre entrañable y querido. En lo profesional, un negociador firme en sus convicciones pero flexible y receptivo a las razones de otros», añadió el secretario de la Federación Asturiana de Empresarios, Alberto González.
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