El hospital de Jarrio atenderá todas las urgencias sin recortes, según la gerente

 

«El centro mantendrá y mejorará los servicios», precisa Amalia Franco, que reconoce que no encuentra pediatras que quieran trabajar en la comarca

Por la izquierda, Sandra Ibarra, Amalia Franco y Juan Ramón Lucas, ayer, con el nuevo equipo de diagnóstico del cáncer. a. m. s.

 Lne.es » Occidente Castropol, A. M. SERRANO

«El desmantelamiento del hospital de Jarrio no existe». La gerente del hospital comarcal coañés, Amalia Franco, negó ayer que el Servicios de Salud del Principado de Asturias (Sespa) busque reducir las atenciones en el Área Sanitaria I para lograr más ahorro. En concreto, Franco subrayó que ni las Urgencias ni los demás servicios del centro sufrirán recortes, tal y como denunció en una carta parte del personal médico del hospital.

 

La gerente quiso desacreditar las afirmaciones de los facultativos en la comida de la Fundación Sandra Ibarra, en la que esta organización contra el cáncer donó un aparato médico para el diagnóstico precoz. En su escrito, los médicos alertaban de un desmantelamiento encubieto del hospital comarcal de Jarrio y advertían de problemas en urgencias, pediatría y anestesia por falta de personal. En el caso de Urgencias, precisaban que la falta de continuidad de un contrato amenazaba las guardias de diciempre. Amalia Franco negó ayer estas afirmaciones. «La cobertura y la asistencia se mantiene como hasta ahora y en todos los casos», aseveró.

 

La gerente de Jarrio mostró su sorpresa por la carta enviada por parte de los profesionales médicos que trabajan en Jarrio. «Es curioso que se hable de desmantelar el hospital cuando acabamos de incorporar uno de los mejores TAC de Asturias, cuando estamos impulsando el trabajo en colaboración con Atención Primaria y con especialistas del hospital de Avilés. El objetivo no es perder servicios, sino mantenerlos y mejorarlos», resaltó Franco.

 

Con respecto a la fusión de áreas sanitarias y la incorporación del área sanitaria del Noroccidente a Avilés, la gerente de Jarrio aseguró que un cambio en el mapa sanitario «corresponde a los políticos, no a la gerencia del centro». En todo caso, negó que en la actualidad se trabaje en una fusión de áreas: «Lo que se hace ahora mismo son colaboraciones con el hospital de Avilés. Al hospital de Jarrio viene una oncóloga de Avilés. Tratamos de conocer cuáles son nuestros puntos fuertes y cuáles los de Avilés para trabajar de forma conjunta».

 

En este contexto destacó que el hospital comarcal y el Área Sanitaria I tiene experiencia de la teleoftalmología, un sistema que puede enseñar y mostrar a otras áreas sanitarias. Es decir, «estamos estableciendo vías de comunicación con otros centros del Principado y el proyecto no es nuevo».

 

No obstante, la gerente sí reconoció que en pediatría faltan profesionales, pero también recordó que el centro «ha buscado médicos de esta especialidad sin éxito». Eso sí, con falta de recursos humanos o sin ella, la plantilla está haciendo un esfuerzo «y mantenemos toda la cobertura». Con respecto a urgencias y anestesia, indicó que en los meses pasados había más personal, eventual, para dar apoyo al servicio, «pero aun en su ausencia no se va a bajar la cobertura del servicio, sin lugar a dudas».

 

Franco aclaró además que la huelga de los médicos y el conflicto sanitario que vive el Principado no está afectando en demasía al hospital comarcal de Jarrio, que atiende a unos 50.000 usuarios.

 

El centro tiene más de dos décadas de actividad. El pasado viernes volvió a sumar una polémica más a su historia cuando su personal se quejó públicamente de un presunto «desmantelamiento» del centro sanitario de la comarca noroccidental. En una carta explica que existen problemas en tres áreas y piden información sobre la posibilidad de que Jarrio sea en un futuro tutelado por Avilés. Al margen del mapa sanitario, también criticaron el refuerzo en algunas especialidades, como oftalmología, mientras se echan en falta contratos en otras.

 

La gerencia del centro negó ayer la mayor parte de los problemas planteamos por los críticos. Parte de los profesionales alertan de la inteción del Princpado de fusionar el área con la de Avilés, algo que dejaría a Jarrio con menos servicios. En el Suroccidente, el plantemiento de los médicos es similar. En este caso, creen que el gobierno tiene intención de convertir el hospital en un ambulatorio.