La sanidad pública madrileña continuará con más movilizaciones mientras el PP no retire sus planes privatizadores
Protesta multitudinaria ante la Asamblea mientras se debaten los presupuestos
El presidente de la Cámara suspende durante unos minutos la sesión parlamentaria
Unas 3.000 personas se manifiestan ante el hemiciclo convocadas por el sector sanitario
Arranca la tramitación de las cuentas, que incluyen el plan privatizador de la sanidad
Pilar Álvarez / F. Javier Barroso, Madrid, en El País.
El Pleno de la Asamblea de Madrid ha quedado en suspenso durante unos minutos por la protesta multitudinaria que esta tarde se desarrolla a las puertas de la cámara. Unas 3.000 personas, según fuentes policiales, se han reunido frente al hemiciclo de Vallecas convocadas por el colectivo sanitario en huelga y trabajadores de Telemadrid afectados por un ERE del 80% de la plantilla.
El presidente del parlamento, José Ignacio Echevarría, ha tomado la decisión tras desalojar la tribuna de visitantes, desde la que varias personas han desplegado una pancarta y han gritado proclamas en defensa de la sanidad pública. Poco después, se ha reanudado la sesión.La Cámara autonómica estudia desde las cuatro de esta tarde las enmiendas a la totalidad a los Presupuestos Generales para 2013 presentadas por la oposición (PSM, IU y UPyD), que se votarán sobre las nueve de la noche.
Miles de personas han rodeado desde las cinco de la tarde la fachada principal y un lateral de la Asamblea en un intento de abrazarla. Un importante cordón policial protege el edificio y no se han registrado incidentes, aunque sí una detención. Varias personas afirman que el detenido es un peón de mantenimiento del instituto psiquiátrico José Germán de Leganés de unos 40 años. Se le acusa de atentado contra la autoridad y desobediencia.
La calle ha permanecido cortada hasta cerca de las 20.00 con la presencia de unas 50 furgonetas policiales que durante el momento de mayor afluencia se han interpuesto entre el edificio y los manifestantes. En unos minutos, el cordón ha pasado de ser de policías a furgonetas. Al igual que ocurrió con las manifestaciones del 25-S Rodea el Congreso, las concentraciones ante la Asamblea están prohibidas cuando hay actividad parlamentaria. El Código Penal las tipifica si alteran “su normal funcionamiento”.
Los manifestantes, que no han parado de corear lemas en defensa de la sanidad y del canal autonómico, han portado carteles en los que se puede leer Sanidad 100% pública y de calidad y No a la privatización y Entre salud y dinero salud primero. En otro de ellos se lee Muchos éramos del PP y en otra pancarta hay una radiografía de una mano haciendo la peineta. Los manifestantes, muchos de ellos de asociaciones de vecinos, cantan "queremos salir en Telemadrid", "que bote que bote sanidad" y "hoy no cobro defiendo tu salud".
El grito de guerra es "Lasquetty dimisión", en referencia al consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, que a su llegada al pleno ha anunciado que iniciará contactos con los responsables de los hospitales públicos para que estos formulen propuestas de ahorro, pero ha señalado que piensa mantener la externalización de servicios, ya que es "necesaria". "Detente, agente, vas a ser paciente", espetan a las fuerzas de seguridad. Un par de ambulancias han pasado junto a la protesta, lo que ha provocado un sonoro aplauso. M Gandhi: cuando una ley es injusta, es correcto desobedecer, dice otra pancarta. Tres horas después del inicio de la protesta, ante la Asamblea quedaba un centenar de personas.
Diputados se suman
Un grupo de diputados socialistas, entre ellos su líder, Tomás Gómez, ha salido de la cámara sobre las 18.30 para apoyar a los manifestantes, aunque poco después han regresado. Gómez ha pedido "la retirada inmediata" del proyecto de presupuestos y ha criticado que "se deje en manos de una sola empresa la sanidad de un millón de madrileños", los que corresponde a los seis hospitales cuya gestión se va a privatizar. "¿Qué ocurre si quiebra esta empresa?", se ha preguntado.
El portavoz del Partido Popular en la Asamblea, Íñigo Henríquez de Luna, ha denunciado a través de su cuenta de Twitter la "coacción" y el intento de "amedrentar" que supone la manifestación ante el Parlamento y ha denunciado la actitud de los parlamentarios socialistas y de IU como "un acto contrario a la democracia". "Hoy es un día negro para la Democracia y un día lamentable", ha añadido.
Sobre las 18.45, un grupo de manifestantes ha tratado de romper el cordón por la calle Romeo y Julieta, la parte trasera de la Cámara, pero unos 40 agentes los han contenido y los están reconduciendo a las puertas de la Asamblea. A las 18.50, algunos manifestantes han empezado a lanzar huevos a la policía, que trata de empezarlos hacia atrás y agruparlos.
Mientras tanto, en la Cámara madrileña se debaten los presupuestos, aunque la protesta ha centrado el inicio de la sesión. El secretario general del PSM ha pedido al presidente de la Asamblea, José Ignacio Echeverría, que "llame a Delegación de Gobierno" porque "hay miles de personas manifestándose" y temen "que hayan dado órdenes de cargar contra ellas". Además, le ha dicho que "han cortado las comunicaciones de Internet". "Existen inhibidores que no permiten la libertad de expresión", ha añadido. Mientras, Echeverría ha dicho a la Cámara que va a seguir adelante con el pleno "por mucha presión que haya en la calle".
Las cuentas contemplan un gasto de 17.048 millones, un 7,7% menos respecto que este año, que se traduce en la caída de todas las partidas excepto la destinada al pago de créditos y deuda pública. Se trata de los presupuestos más restrictivos de la última década, con un tijeretazo de 2.700 millones que se suma al recorte de 1.045 millones que ya se aplicó este verano a base de subir las tasas universitarias o quitar las ayudas para comedor escolar o libros de texto. De cara a 2013, es la sanidad pública la que está en el centro de mira. El pleno monográfico llega marcado por el rechazo en bloque de toda la oposición, que considera que las cuentas “traspasan líneas rojas” al instaurar el euro por receta, y que la intención de los populares es no dejar ni un solo hospital de gestión enteramente pública en la región.
El conflicto en la sanidad madrileña se ahonda con dos días más de huelga
Hospitales, llamados a parar el día 19 y centros de salud, Summa y servicios centrales, el 20
Afem desconvoca el paro de médicos de mañana pero su huelga indefinida continúa el lunes
Victoria lamenta los nuevos paros y no les ve futuro porque se "sustentan en una mentira"
El Gobierno regional acusa al Colegio de Médicos de “meter miedo a los madrileños”
Elena G. Sevillano / Pilar Álvarez, Madrid, en El País.
Los trabajadores de la sanidad madrileña aseguran que no van a detenerse hasta conseguir la retirada del plan de privatizaciones del Gobierno regional. Los seis sindicatos de la mesa sectorial de sanidad, tanto los de clase (CC OO, UGT, CSIT-UP) como los profesionales (Satse, de enfermería; Amyts, de médicos, y Usae, de auxiliares de enfermería), han anunciado esta mañana la convocatoria de otras dos jornadas de huelga total, aunque esta vez han decidido dividirse: el 19 de diciembre pararán los hospitales públicos y el 20, la atención primaria (los más de 400 centros de salud y consultorios), el Summa (Servicio de Urgencia Médica de Madrid) y los servicios centrales de la Consejería de Sanidad.
Salvo que el Ejecutivo de Ignacio González dé marcha atrás y empiece a negociar con los profesionales, que no lo parece, estos dos paros volverán a coincidir con la huelga indefinida que mantienen desde el 26 de noviembre los médicos de la Asociación de Facultativos Especialistas de Madrid (Afem). El consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, entrevistado en RNE, esperaba a primera hora de la mañana que no se convocaran más huelgas porque "perjudican" a los pacientes y, a su juicio, están "absolutamente injustificadas". Ha insistido en que la "gestión privada de los centros sanitarios es menos costosa que la pública". Ya por la tarde, en la Asamblea de Madrid y mientras cientos de manifestantes se congregaban fuera, Fernández-Lasquetty ha asegurado que se dispone a "abrir un diálogo con cada jefe de servicio y responsable de enfermería" para buscar "juntos la solución para el ahorro que necesitamos", pero ha precisado que no paralizará el plan.
Una vez conocida la noticia de la nueva convocatoria, el portavoz del Gobierno regional, Salvador Victoria, ha lamentado los nuevos paros convocados y no les ha dado mucho recorrido porque considera que se sustentan en una "mentira". Victoria ha arremetido además contra el Colegio de Médicos, al que ha acusado de “meter miedo a los madrileños sobre su salud”. Este colegio profesional, institución poco dada a las críticas en público que por primera vez lo ha criticado de forma contundente, ha señalado en un comunicado a la opinión pública su "enorme preocupación" por la situación que se está viviendo estos días en los hospitales y centros de salud de la región, "que no puede sino agravarse a lo largo de esta semana". La huelga, según el colegio, está llevando a la sanidad madrileña "a una situación insostenible, lo que en términos asistenciales entraña riesgo indudable para los pacientes".
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Victoria ha tildado de “gravísimo” este mensaje “subliminal” para tratar de “atemorizar” a los madrileños. Victoria considera que la queja del colectivo médico supone salirse de su papel para “asumir el papel sindical que no le corresponde” y cree que la convocatoria de nuevos paros ocasionará “un perjuicio muy grave a los madrileños”. Según Victoria, otra “mentira” es señalar que la calidad de los servicios va a empeorar “porque hay médicos que trabajan por la mañana en hospitales públicos , por la tarde, en privados” y “no dan un servicio peor”.
El rechazo al plan del Gobierno regional es unánime: desde el Colegio de Médicos hasta los sindicatos en bloque, pasando por las sociedades científicas. Todos están en contra del llamado Plan de Garantías de Sostenibilidad del Sistema Sanitario Público, anunciado el 31 de octubre junto con los Presupuestos de 2013: supone un cambio radical del modelo sanitario, que avanza como nunca hacia la privatización de la prestación sanitaria, con el paso a la gestión privada de seis hospitales públicos y 27 centros de salud. Todo el sector sanitario público (75.000 trabajadores) está llamado hoy a la cuarta jornada de huelga.
Los seis sindicatos, al que se ha unido CSIF, han explicado esta mañana en rueda de prensa otras medidas que han acordado. Para empezar, esta tarde, a las cinco, se concentrarán frente a la Asamblea de Madrid, donde se celebra el pleno semanal, para protestar contra el plan sanitario. El próximo día 16 tienen previsto reeditar la exitosa marea blanca, con los mismos puntos de salida y la confluencia en la Puerta del Sol. Se inicia también otra campaña de recogida de firmas. Una de ellas tendrá por objeto una iniciativa legislativa popular (ILP) para pedir la retirada del proyecto. La otra pretende recusar al Gobierno regional.
Representantes de los sindicatos han asegurado que, a diferencia de lo que dice el Gobierno regional, no ha habido ningún contacto desde que se negociaron los servicios mínimos de la huelga de cuatro días que termina hoy. Según sus cálculos, basados en la plantilla actual en sanidad y el recorte en el capítulo de personal de los Presupuestos de 2013, los empleos que pueden perderse con la privatización de la gestión y otras medidas suman 8.000. "Los médicos son el colectivo que más está secundando la huelga", ha afirmado el secretario general del sindicato médico Amyts, Julián Ezquerra. "La primaria la ha secundado masivamente y en los hospitales, entre el 65% y el 70%. Ayer hubo un hospital en el que el 100% de los médicos pararon", ha añadido. Ezquerra ha insistido en que no protestan contra la sanidad privada, sino contra la cesión a empresas de la asistencia sanitaria pública.
Por su parte, Afem ha decidido desconvocar el paro para este jueves y retomar la movilización el lunes en una asamblea en el Colegio de Médicos de Madrid, cuyo gran anfiteatro, con capacidad para más de 500 personas, se ha llenado. Al ser mañana festivo, la huelga pasaría desapercibida —los servicios mínimos fijados son los de un festivo o domimgo— y seguiría incrementando el coste económico para los que la están secundando. Fuentes de la asociación han reiterado que su huelga es indefinida de lunes a jueves y se mantendrá hasta que se resuelva el conflicto.
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