Blanco afirma que la ampliación de jornada hará innecesarias las horas extra en la sanidad
El Consejero se da hasta junio para dejar las listas de espera en las cifras anteriores al conflicto
El PP recela del coste de la huelga
Lne. 15.02.2013 | 02:15 Oviedo, Pablo ÁLVAREZ
Los diputados de la Junta General del Principado están forzando tanto la máquina en su actividad parlamentaria que ayer, a eso de las diez de la noche, el hemiciclo se quedó a oscuras durante unos segundos. Estaba en el uso de la palabra el consejero de Sanidad, Faustino Blanco, quien compareció a petición propia para explicar la nueva organización de la jornada laboral en el ámbito sanitario. Durante el debate, y al igual que el pasado viernes, volvieron a estar muy presentes las horas extraordinarias vespertinas para operar y pasar consulta. «Peonadas» se denominan en la jerga sanitaria unas actividades que venían suponiendo para los profesionales unos ingresos globales de más de seis millones de euros al año. Una partida de gasto que -tal y como señalaron el Partido Popular e Izquierda Unida- para muchos médicos suponía en la práctica «un sobresueldo» que compensaba tanto un salario base de cuya escasa cuantía siempre se han quejado como los recortes retributivos sufridos en los últimos años.
Por eso no son pocos los facultativos que aguardan con expectación el desarrollo de los acontecimientos con la confianza de que las horas extra retornen a su nómina. Por el momento, un jarro de agua fría. Ayer en la Junta, Blanco no disimuló que estamos ante uno de sus caballos de batalla («obsesión», lo llamó Albano Longo, de Foro Asturias). Según el Consejero, las peonadas «nunca han sido un buen instrumento para gestionar la lista de espera», razón por la cual «han desaparecido».
No sólo han desaparecido, sino que Blanco espera que no vuelvan a aparecer. Un pronóstico que apuntaló con cifras. Según el titular de Sanidad, y a modo de ejemplo, con la ampliación de la jornada laboral el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) «gana 166.000 horas anuales», mientras que en 2011 (último año del que existen datos definitivos), se computaron 33.900 horas extraordinarias.
«Fíjense de qué cantidad de horas nuevas disponemos gracias a que organizamos la jornada de otra forma», proclamó Faustino Blanco. Alfonso Román López, del PP, replicó que esa ganancia de horas no debe ser motivo de jactancia, toda vez que se deriva principalmente de la normativa aprobada por el Gobierno de Rajoy. Tanto López como la diputada de IU, Noemí Martín, se mostraron partidarios de que se hagan las horas extra «que el sistema sanitario necesite». Martín reclamó que no adquieran categoría de «sobresueldo» y el popular que «no se haga un uso torticero de las peonadas».
Según el titular de Sanidad, la reestructuración del horario permitirá que a finales del primer semestre de este año las listas de espera estén en los parámetros que presentaban el pasado mes de septiembre, antes del inicio del conflicto que sufrió la sanidad pública en el último trimestre del año pasado a causa precisamente de la ampliación de la jornada. Este plazo es ligeramente superior al que las autoridades sanitarias habían señalado hasta la fecha.
El PP planteó al Consejero una pregunta: «¿Cuánto nos va a costar recuperar la actividad perdida en el conflicto?». Y la formuló sobre una premisa que Alfonso Román López quiso dejar meridianamente clara, quizá por temor a algún malentendido en su intervención del pasado viernes: «Insisto: no tenemos ningún interés en que haya peonadas ni conciertos» [con centros privados], pero «nos gustará conocer el plan estructural contra las listas de espera que ha prometido».
Los hospitales asturianos cerraron el mes de agosto de 2012 con 88.257 pacientes en lista de espera y a finales del año esta cifra había aumentado hasta 103.246. Estos datos incluyen operaciones, primeras consultas y pruebas diagnósticas. Salvo el socialista, todos los grupos, con tonos diversos, reprocharon a Blanco la larga duración del conflicto. Foro Asturias subrayó que, como consecuencia de la huelga, la estancia media en el HUCA «se ha disparado en 1,3 días». E Ignacio Prendes, de UPyD, reclamó una definición más nítida de lo que Sanidad considera «empleo estructural».
Los números del Consejero
La nueva normativa establece la jornada semanal mínima efectiva en 37,5 horas para los empleados públicos y reduce a tres días anuales las jornadas de libre disposición. Permite aumentar la dedicación médica a los pacientes en aproximadamente 700.000 horas anuales.
Esta ampliación del horario se traduce en más horas de atención sanitaria a un menor coste, la ampliación del horario de atención a los pacientes, la disposición de tiempo extra para atender necesidades especiales y una programación más amplia de quirófanos y pruebas.
La producción anual del conjunto de trabajadores del sistema público aumentará en aproximadamente tres millones de horas, de las que más de 66.000 se concretarán en dar continuidad a la atención médica a los pacientes y dedicación en la organización y el trabajo en equipo. El cambio horario conllevará, además, una disminución de más de 6 millones de euros de gasto directo en horas extra.
El cumplimiento del acuerdo permitirá, a modo de ejemplo, realizar 5.000 intervenciones quirúrgicas más al mes en las áreas de traumatología, oftalmología, ginecología y cirugía general, u 8.000 consultas en las especialidades de medicina interna, neumología, cardiología y neurología, caracterizadas por una mayor demanda asistencial.
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