El tratamiento a los intoxicados eleva los índices de mercurio a niveles de los días del accidente
Aunque es un efecto esperado por los médicos, los afectados consideran que refleja la contaminación que aún padecen los trabajadores ya dados de alta
Los trabajadores de la empresa IMSA que se vieron afectados por la intoxicación de mercurio en la planta de Asturiana de Zinc (AZSA) en San Juan de Nieva y que han comenzado a tomar un tratamiento quelante -para eliminar la presencia de metales pesados del cuerpo, en este caso a través del agente 2 (DMPS) y mediante la toma de pastillas- han advertido que los índices de mercurio en sangre y orina «se han disparado», llegando incluso a los niveles de los días posteriores al accidente. «En algunos casos, ha subido los niveles de 30 microgramos por litro de sangre en orina a los 600, 700...».
Uno de los trabajadores que está sometido a este tratamiento comentó que «aunque los médicos no comentaron nada, es lógico pensar que es un efecto esperado», pero a juicio de los afectados significa algo más. «Los quelantes están arrastrando el mercurio que tenemos en el organismo y en los órganos, pero los compañeros que ya han sido dados da alta siguen teniéndolo», aunque en orina y sangre sigan dando un nivel apto.
El responsable de Medicina Interna del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), Victoriano Cárcaba, había explicado tras la reunión con dos de los trabajadores, el pasado martes, que no todos los intoxicados necesitaban este nuevo tratamiento, y que todos los que sí lo requerían habían recibido las instrucciones pertinentes. Sin embargo, los trabajadores quieren pedir una nueva reunión con Salud Pública para que se realice un nuevo análisis a los trabajadores que ya han recibido el alta médica y tengan también este tratamiento, que se toma de forma discontinua de uno a cuatro años, realizando controles.
Además, los intoxicados quieren saber por qué Salud Pública no ha seguido los protocolos de actuación en caso de accidente por intoxicación por mercurio, «y se han inventado otro, diciendo además que se hace desde el HUCA». En el transcurso de otra futura reunión, también se interesarán por los compañeros que ya han recibido el alta, y cuáles han sido los motivos «sabiendo los niveles de mercurio en los trabajadores que están con el tratamiento».
Por otro lado, los intoxicados se han mostrado disconformes con la actitud que últimamente tiene, según comentan, la médica que sigue sus evoluciones en la mutua. «Nos trata como si fuéramos el enemigo», denuncian varios de los afectados. Otro de los trabajadores explicó ayer que en la última consulta médica en la mutua la facultativa le había dicho que estaba apto para el trabajo, a pesar de que él sigue con problemas de visión y dolencias musculares, que fueron las que le llevaron a volver a interesarse por su estado de salud.
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