Avance para combatir la amnesia
El estudio es obra del grupo de investigación de neurociencia de la conducta, incorporado al Instituto de Neurociencia del Principado de Asturias y que lleva más de veinte años investigando las bases biológicas de los procesos de aprendizaje y memoria relacionados con la capacidad de orientación espacial.
El conocimiento en profundidad de los mecanismos y circuitos cerebrales implicados en los procesos de adquisición, consolidación, recuerdo y extinción de la memoria espacial es imprescindible para comprender cómo es posible evocar el recuerdo de lugares visitados a largo plazo, o bien cuáles son los procesos neurales implicados en el olvido y en la amnesia, como en el caso de las demencias.
Desde finales del siglo pasado, la formación hipocampal, estructura cerebral localizada en el interior del lóbulo temporal medial de ambos hemisferios cerebrales en seres humanos, se encuentra en un primer plano en la investigación de las bases biológicas del aprendizaje y la memoria, principalmente por su papel en la adquisición de nuevos recuerdos sobre eventos previamente experimentados.
De esta forma, lesiones del hipocampo y regiones adyacentes se asocian a una amnesia específica caracterizada por la incapacidad para recordar la posición de determinados lugares geográficos relevantes, como la ubicación de la vivienda.
Las investigaciones llevadas a cabo por los profesores Nélida M. Conejo y José M. Cimadevilla (Universidad de Almería) determinaron el efecto de la inactivación funcional bilateral o unilateral del hipocampo en ratas, mediante la aplicación una neurotoxina que anula temporalmente su función, sobre la capacidad de recuerdo a largo plazo de una prueba de memoria espacial.
Repercusiones
En sus estudios demuestran que «el deterioro de la memoria es menor en sujetos con afectación unilateral del hipocampo, por activarse nuevos circuitos cerebrales que facilitarían el recuerdo en la prueba de memoria».
Este nuevo trabajo, en el que también participan miembros del grupo Neurocon confirma otros resultados del propio grupo investigador que indican la existencia de diferentes redes funcionales de estructuras ampliamente distribuidas en el cerebro y que se modifican temporalmente en relación con los diferentes procesos de la memoria espacial.
«El estudio tiene importantes repercusiones para la comprensión de los mecanismos biológicos compensatorios implicados en la recuperación funcional de la memoria tras el daño cerebral», añaden los autores de la investigación.
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