Los médicos asturianos afirman que el pacto con Rajoy compromete su estabilidad laboral
«Han firmado un cheque en blanco para precarizar y privatizar la gestión», dice el SIMPA, que apuesta por romper con la confederación de sindicatos
Oviedo, Pablo ÁLVAREZ 01.08.2013 | 04:45
Abre la puerta a la privatización de la gestión sanitaria y precariza la estabilidad laboral de los médicos, al potenciar el régimen laboral en detrimento del estatutario. Éstos son los dos grandes reproches que el Sindicato Médico de Asturias (SIMPA) dirigió ayer a la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) por sumarse al pacto auspiciado por el Ministerio de Sanidad y firmado anteayer, martes. Entre los dirigentes del SIMPA era mayoritaria ayer la postura favorable a romper vínculos con la CESM, si bien la decisión definitiva ha sido pospuesta para septiembre. Por lo pronto, el consejo ejecutivo del Sindicato Médico determinó ayer, de forma cautelar, la suspensión del pago de su cuota a la confederación.
«La CESM ha quedado rota. Ganó el sí por muy poco. Una situación así requería esperar, porque es evidente que la situación estaba muy verde. Han firmado un cheque en blanco para precarizar y privatizar la gestión», declaró a LA NUEVA ESPAÑA Antonio Matador, secretario general del SIMPA, quien enfatizó que la organización que lidera «está a favor de la sanidad pública con gestión pública».
A juicio del máximo responsable del SIMPA, el documento suscrito anteayer supone algo así como «dar el visto bueno al "modelo Madrid"». «Lo que no podemos entender es cómo el Sindicato Médico de Madrid ha podido dar su respaldo a un documento que recoge aspectos contra los que llevan movilizados desde hace varios meses», precisó Matador. También el Ejecutivo del Principado ha criticado con dureza el acuerdo al entender que «aborda cuestiones que competen al Gobierno asturiano, como el modelo sanitario, la política de recursos humanos y la gestión clínica».
El Gobierno de Mariano Rajoy ha denominado el acuerdo firmado anteayer «Pacto por la Sostenibilidad y la Calidad del Sistema Nacional de Salud», y lo ha presentado como «el primero que une a médicos, enfermeros y Ministerio de Sanidad». En presencia del propio Rajoy, fue suscrito por los representantes de las profesiones médica y enfermera (colegios, sindicatos, ámbito académico y científico). Según el Ministerio de Sanidad, se trata de un pacto que concierne a medio millón de profesionales sanitarios y que «está destinado a proteger la gestión sanitaria del debate partidista y a defenderla como uno de los pilares básicos del Estado del Bienestar». Permitirá -precisa el Departamento que dirige Ana Mato- «mejorar la gestión clínica y los procesos asistenciales de atención sanitaria, haciéndolos más rápidos, más eficaces y más seguros para los usuarios».
Sin embargo, al menos en las filas de la CESM, el acuerdo ha generado también lo contrario: un enorme disenso. La cuestión no es menor. Antonio Matador explica que estar encuadrado en la confederación estatal ofrece al SIMPA, entre otras ventajas, la posibilidad de tomar parte en decisiones de hondo calado para la profesión médica y de concurrir a las elecciones sindicales con el Sindicato de Enfermería (SATSE), bajo las siglas CEMSATSE.
La indignación era ayer grande entre el núcleo dirigente del SIMPA. En su página web, el sindicato vertía una serie de acusaciones fuertes contra el órgano estatal. Valga como muestra este botón: «Tras dejar en bandeja a la Administración la posibilidad de recortar en todo tipo de derechos y garantías de estabilidad laboral, la legitimidad para representar a los profesionales ha quedado rota». Y este otro: «Los numerosos sindicatos autonómicos que comprendieron las implicaciones del documento firmado, están de acuerdo en que la fractura de la CESM es real. La CESM le ha otorgado al Gobierno Central patente de corso. Es el fin de la CESM como liderazgo sindical nacional, y es el principio de la CESM como títere».
Reacciones ante el pacto
01.08.2013 | 04:45UGT tildó de «vergonzoso» que el Gobierno esté propiciando pactos y acuerdos al margen de la legalidad y de la negociación colectiva. El sindicato acusa al Ministerio de Sanidad de vulnerar la negociación colectiva que establece la ley, ya que «no es algo nuevo» que se reúna y negocie con foros y sindicatos médicos y de otros ámbitos sanitarios sobre asuntos relativos al Sistema Nacional de Salud.
Comisiones Obreras calificó el acuerdo de «inaceptable, insuficiente e ineficaz». A juicio del sindicato, el Gobierno «no puede ignorar» que todos los asuntos laborales que afectan a los profesionales del sistema público de salud, sanitarios y no sanitarios, tienen legal y normativamente establecido «su obligado ámbito de negociación» con las organizaciones sindicales más representativas en el sector.
El consejero de Salud de Extremadura, Luis Alfonso Hernández Carrón, mostró su satisfacción por la firma del pacto, y subrayó que «viene a reforzar el espíritu dialogante y pactista» que inició su cartera en 2012, en el «afán de situar a los profesionales en el epicentro de las decisiones».
El PSOE duda de que el acuerdo suponga una «rectificación» del Ejecutivo y un compromiso real de éste con una sanidad pública, universal y gratuita. «El día a día de la gestión sanitaria de Rajoy y Mato es desigualdad sanitaria, recortes y deterioro para los profesionales y para la sanidad pública, lo contrario de lo que dicen que van a hacer en ese acuerdo», subrayó el portavoz socialista de Sanidad, José Martínez Olmos.
El pacto con Rajoy lleva al Simpa a romper con su federación
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