La tasa de mortalidad crece en la comarca y se sitúa entre las más altas de Asturias
La ciudad retrocede un puesto en la clasifición de concejos que elabora cada año el Observatorio de la Salud en Asturias
El estado de salud de los avilesinos ha empeorado en el último año con respecto al resto de los concejos asturianos. Esa es una de las conclusiones que se pueden sacar a la vista de los últimos resultados del Observatorio de la Salud en Asturias, en los que se pueden ver, entre otros aspectos, un aumento de la tasa bruta de mortalidad -ponderada por el índice de envejecimiento en el estudio-, que en el caso de la ciudad pasa de 28,6 por mil habitantes en 2011 a 47,59 en 2012. En el último año, la media de Asturias fue de 27,24 por cada mil habitantes.
No obstante, los datos de Avilés no son precisamente los peores de la comarca, toda vez que los de concejos como Castrillón y, especialmente, Corvera, hacen que estos dos concejos se sitúen a la cola de la clasificación que cada año publica el observatorio entre el total de 78 municipios asturianos. En dicho ranking, la ciudad se sitúa en el número 72 tras retroceder un puesto en el último año. Solo los dos concejos mencionados de la comarca, además de Siero, Noreña, Llanera y Soto del Barco, presentan peores indicadores de salud que Avilés en toda la comunidad autónoma.
De hecho, en lo que a la tasa bruta de mortalidad se refiere, Castrillón obtuvo en 2012 el peor resultado de toda Asturias al alcanzar una tasa de 65,8 por cada mil habitantes. El año anterior, ese índice se había quedado en el 48,55 que situó al concejo en el puesto número 76. Corvera, no obstante, tampoco se quedó en 2012 muy atrás al alcanzar una tasa del 65,56 por mil frente al 51,8 del año 2011.
No obstante, dicha tasa es solo uno de los indicadores que sirven al Observatorio de Salud en Asturias, entidad dependiente de la consejería de Sanidad del Principado, para elaborar su clasificación anual. Por regla general, los concejos más urbanos de la zona central y de las cuencas mineras, son los que copan los peores resultados, mientras que los municipios más rurales del occidente y el oriente asturiano están entre los que presentan un mejor 'estado de salud'.
Esa relación entre los mejores resultados del estudio y el entorno rural se observa incluso en la comarca, donde Gozón e Illas ofrecen unos resultados mucho más satisfactorios que los de los más urbanos e industriales de la comarca. Así, el primero ocupa el puesto número 63 mientras que Illas -que en la anterior oleada del estudio se analizó conjuntamente con Castrillón-, se sitúa en el 31, en la mitad alta de la tabla.
De todos modos, y pese a las apariencias, en los resultados del último informe del Observatorio de Salud también se ven mejoras en los distintos concejos de la comarca en el último año. Los mayores avances se han observado en el análisis de la calidad asistencial que reciben los avilesinos. En este punto, de ocupar el puesto número 60 en 2011 se pasó el pasado año al décimo quinto, algo que está relacionado con los tiempos de demora quirúrgica, el porcentaje de diabéticos con cuidados inadecuados, la ausencia de control mamográfico o la tasa de 'hospitalizaciones evitables'.
También se observa una mejoría en los factores socioeconómicos que inciden en la salud de las personas. En este capítulo Avilés ha avanzado un puesto en la clasificación, del 66 al 65, en especial por la mejora de sus resultados en materia de desempleo. Cierto es que en la comarca creció el paro en el último año, pero lo hizo en menor medida que en el resto de Asturias, lo que ha propiciado que de ocupar el puesto 72 en 2011, la ciudad haya pasado a situarse en el puesto número 60 entre los concejos con menos paro de la comunidad autónoma.
Pero hay evidentes puntos débiles que inciden en los resultados que obtiene toda la comarca en la clasificación del Observatorio de Salud. El enevejecimiento de la población -que condiciona los resultados de la tasa de mortalidad bruta-, y unos malos estilos de vida por parte de la población en general, se sumarían a la mala calidad ambiental del entorno. En este capítulo, toda la comarca -con la excepción de Gozón e Illas-, se sitúa en los puestos de cola junto a las cuencas mineras y los concejos más industrializados de la zona centro de Asturias, aunque muy por debajo de Oviedo y Gijón.
Calidad ambiental
Avilés, Castrillón y Corvera se encuentran de hecho entre los que presentan unos peores nieveles de contaminación del aire y una «calidad residencial ambiental mala», según señala el estudio. En ambas cuestiones, además, los datos apenas se habrían movido un ápice en ninguno de los tres municipios en el último año.
En el primer aspecto, el relativo a la contaminación atmosférica, el estudio recoge que tanto Avilés como Castrillón y Corvera superan en más de 35 días al año los límites de polución, cuando la media asturiana es de 16 días al año. En el caso de Gozón, esos límites se superaron en 2012 un total de 20 días, y en Illas apenas en cinco.
Los resultados en cuanto al porcentaje de población que vive con una «calidad ambiental residencial mala», el estudio agrupa a todos los concejos de la comarca y establece que se trata del 5,4% de sus habitantes -la media asturiana es del 4,3%-, la que reside en esas condiciones.
El único punto en materia ambiental en el que la comarca obtiene un buen resultado es el de la calidad del agua de consumo. De hecho, Avilés, Corvera y Gozón comparten por segundo año el primer puesto entre todos los concejos asturianos con un menor porcentaje de la población que consume agua sin control sanitario. En ninguno de los tres municipios se recoge que haya vecino alguno que consuma agua sin el debido control cuando la media asturiana es del 25,3%.
Castrillón e Illas -en este punto el estudio no disocia ambos concejos-, se quedan en este punto en la décimo segunda posición en este aspecto, pero sus resultados siguen estando sensiblemente por encima de la media asturiana, con un 9,98% de vecinos cuya agua de consumo no procede de los sistemas de control establecidos.
Ante esos datos, la evolución de la comarca en términos generales no tendría por qué ser mala, según explican desde el Observatorio de Salud. El que aspectos como la calidad asistencial o la mejora de las condiciones socioeconómicas conozcan una mejoría, pueden propiciar que los concejos de la comarca «puedan esperar en el futuro mejoras en sus resultados» fruto de «programas y políticas de salud recientes que aún no han generado mejoras en el bienestar comunitario» pero que podrían hacerlo en el futuro.
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