Asturias es la región española más satisfecha con su administración autonómica
Los ciudadanos valoran el nivel en sanidad y educación, aunque por debajo de los países más desarrollados de Europa
Lne. 10.02.2014 | 01:41 Oviedo, María José IGLESIAS
Por encima del resto de las comunidades autónomas, pero muy por debajo de países como Dinamarca, Finlandia o Alemania. Asturias es la región más satisfecha con la calidad de su Administración regional en España, aunque en grado inferior a la media de las regiones de la Unión Europea (UE). Así lo indican las conclusiones del índice de calidad gubernativa en Europa (EQI), informe encargado por las autoridades de Bruselas y destinado a evaluar la responsabilidad de los gobiernos de los países y regiones que forman la Unión Europea.
En el estudio correspondiente a 2013, España mejora un puesto respecto al informe anterior y se sitúa hacia la mitad de la tabla de clasificación; en concreto, en el número 12 de 27 estados miembros de la UE, a los que se añaden Turquía y seis provincias de Ucrania. Los datos, recogidos a través de encuestas realizadas entre los ciudadanos, se centran en la medición de la calidad, la imparcialidad y el nivel de corrupción detectados en tres tipos de servicios públicos: la educación, la sanidad y la justicia.
Y es en esos ámbitos donde los asturianos otorgan a sus administraciones públicas el mayor nivel de satisfacción con la calidad del gobierno registrado en España. A la vez, observan menor percepción de corrupción en la esfera pública que la que denuncia el resto de sus compatriotas.
La valoración de los habitantes del Principado otorga a los poderes públicos en la región una catalogación del 59,83 sobre un índice de 100, superior a la media establecida para España, que es de 51,28. En segundo lugar, figura Cantabria, con 59,40 puntos, y en el tercer puesto La Rioja, con 58,73. La región de Murcia ocupa el cuarto puesto, con 57,88 puntos, y al País Vasco le corresponde el quinto, con 57,07. El nivel más bajo es para Galicia, con 41,45, seguido por los canarios y valencianos que otorgan un 45,06 y un 46,10, respectivamente, a sus gobernantes y servicios.
El caso es que aunque los asturianos no perciben un nivel de comportamiento corrupto y poco transparente tan alto como el del resto de las regiones españolas, no es menos cierto que la media de España de 51,28 puntos, la misma que arroja Estonia y cercana a la del vecino Portugal, con un 49,85, queda a años luz de la que reflejan países con altos porcentajes de desarrollo como Dinamarca, que encabeza el ranking, con 79,37 puntos sobre cien, o Finlandia, con 77,97.
En Austria, uno de los países con menores tasas de paro, el grado de satisfacción general con el poder es de un 65,84, y en Alemania alcanza 64,53 puntos. A la cola aparecen Grecia, con un 31, 26, y Croacia, con 27,14 puntos, e Italia con 31,77. El listado lo cierran Rumanía y Serbia, con 18, 55 y 15,37 puntos, respectivamente. El índice se ha elaborado entre febrero y abril de 2013, bajo la dirección de Nicolás Charron, profesor de la Escuela de Negocios de Copenhague (Dinamarca). En él también participa el Instituto para la Calidad del Gobierno y la Universidad de Gotemburgo (Suecia). Se basa en 84.000 respuestas de ciudadanos de 236 regiones y unidades políticas de 28 países de Europa, incluidos Serbia y Turquía y seis regiones pertenecientes a Ucrania. El informe muestra notables diferencias entre regiones de un mismo país. En España, las regiones del Norte arrojan mejores índices que las de otras zonas del país, exceptuando Galicia, que con 41,45 puntos cierra la clasificación nacional, seguida por la Comunidad Valenciana, con 46,10, y Cataluña, a la que se atribuye un resultado de 47,94.
Entre el resto de países mediterráneos, llama la atención la brecha observada entre el centro y sur de Italia, con una media de 31,77 puntos y regiones como Trento, con 68,04 puntos, y Campania, con 7,65.
Los autores del informe consideran que el EQI está estrechamente relacionado con los indicadores regionales del desarrollo socioeconómico y los niveles de confianza social, si bien desde un punto de vista estadístico no está ligado a variables como la población o el tamaño del territorio. Los datos también revelan que la descentralización política no se vincula a mayores diferencias de calidad de gobierno.
La iniciativa se enmarca en el concepto de "gobierno abierto" ("open government"), puesto en marcha por la Unión Europea, vinculada a los principios de transparencia, participación y colaboración, adoptados por la UE, después de que Barack Obama publicase su memorándum de gobierno abierto en Estados Unidos en el año 2009.
En la misma línea, de forma casi paralela, la pasada semana se presentó un informe elaborado por la Comisión Europea, el Europarlamento y el Consejo, sobre corrupción en Europa, que asegura que un 95 por ciento de los españoles piensa que la corrupción está muy extendida en el país, un porcentaje idéntico al de lituanos y checos, que también lo indican. En Grecia las respuestas positivas son el 99 por ciento, y en Italia suman un 97 por ciento.
En la banda con mayor calidad gubernativa se encuentran principalmente los países escandinavos, germánicos y anglosajones. El segundo grupo está formado por la mayoría de países mediterráneos y algunos de Europa Central y del Este. El tercer bloque lo forman estados procedentes de las ex dictaduras comunistas, y dentro de él, un cuarto apartado corresponde a Bulgaria y Rumanía.
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