¿Reaparecen las incertidumbres sobre la apertura real del HUCA?
El HUCA bajo el techo de los 300 millones
Hasta la fecha, la obra civil ha supuesto 259,8 millones. Los cambios que negocia Gispasa rondan los 25 millones, menos de la mitad de lo que piden las empresas
El Principado no quiere que el precio final del hospital supere esa cuantía pese al nuevo sobrecoste
03.05.10 - LAURA FONSECA | GIJÓN, en El Comercio.
Guerra de cifras y de plazos. El proyecto más emblemático del Gobierno regional, el del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), una obra que comparte liderato posiblemente con la ampliación del puerto de El Musel, continúa a expensas de que Principado y adjudicatarias alcancen un acuerdo económico sobre un nuevo sobrecoste, el segundo desde que arrancaron las obras, en junio de 2005. La parcela de La Cadellada, donde se erige el nuevo hospital, apenas registra actividad estos días. Desde el pasado 7 de abril, fecha entonces tope para la entrega de la obra civil, la presencia de operarios en la zona es mínima. La imagen no es, ni de lejos, la que debería ofrecer un complejo sanitario en la fase final de construcción. De no ser por los trabajos de urbanización exterior del complejo, en La Cadellada no habría prácticamente nadie.
De momento, las partes en conflicto guardan silencio. Tras haber hecho saltar la alarma y dar una nueva vuelta de tuerca exigiendo al Principado más dinero para acabar el HUCA, las empresas adjudicatarias se han recluido. Sacyr, San José y Sánchez y Lago conforman la terna que ya en mayo de 2008 logró arrancar un primer sobrecoste, valorado en 54,5 millones, y que elevó el coste total de La Cadellada a los 259,8 millones. Ahora exigen otra partida superior a los 50 millones para poner fin al proyecto y entregar las llaves del HUCA al Gobierno regional. La UTE adjudicataria argumenta que en el último año y medio se han hecho más modificaciones sobre la obra en marcha que, por cierto, ya había sufrido cambios entre 2007 y 2008 (las que originaron el primer sobrecoste).
La sociedad pública Gispasa (Gestión de Infraestructuras Sanitarias del Principado de Asturias), promotora del proyecto, negocia con las contratas bajo una única premisa: «El HUCA no servirá para compensar otras cosas», coinciden en señalar diversas fuentes consultadas del sector. Esta advertencia apunta sobre todo a dos de las empresas, Sacyr y Sánchez y Lago, constructoras que tienen la concesión de la autovía AS-II, y que desde hace tiempo presionan al Principado para que introduzca algún tipo de cambio en el canon que perciben.
Gispasa tiene elaborado un pormenorizado informe de obra donde aparecen detallados, presupuestados y seriados todos los cambios introducidos. Desde los más nimios hasta los más grandes. Esta especie de auditoría, que lleva hasta el día y la fecha de las modificaciones, es la que ahora está en la mesa de la negociación. El documento no se aproxima en absoluto a las pretensiones de la UTE, que demanda un incremento presupuestario que se sitúa al borde de la legalidad (por encima del 20% del precio de licitación habría que convocar un nuevo concurso).
El Principado, afirman estas mismas fuentes, no quiere que el coste final de la obra civil pase de la barrera psicológica de los 300 millones de euros. Hasta la fecha, la construcción del HUCA ha requerido un desembolso de 259,8 millones. La cifra resulta de sumar el precio de adjudicación de la obra (205,3 millones) y el valor del último sobrecoste (54,5 millones). Gispasa ha puesto el tope del nuevo sobrecoste en 25 millones, menos de la mitad de lo que demandan las empresas.
Plan informático obsoleto
Pero, ¿qué es lo que hay que modificar en una obra en marcha como la del HUCA que ya fue retocada y reformada año y medio atrás? O, mejor dicho, ¿no se podrían haber previsto en 2008 estos nuevos cambios que ahora son fuente de conflicto? Sí, y no, responden fuentes cercanas a Gispasa. Si hace año y medio la culpa estaba en la fachada acristalada, la ampliación de 14.000 metros cuadrados, el sistema de refrigeración del macrocomplejo o en los ascensores (muchos de los previstos eran pequeños para camillas e instrumental), la responsabilidad ahora hay que buscarla en el equipamiento informático y tecnológico. Al parecer, el plan de alta tecnología ideado para el HUCA era de 2002 y se había quedado obsoleto. La incorporación de las últimas novedades informáticas, principal exigencia del actual equipo directivo del Central, obligó a retocar una vez más el proyecto.
Nuevos plazos
¿Cuándo abrirá entonces el HUCA? No se sabe. El Principado es incapaz de dar una fecha concreta. Las empresas, mucho menos. De momento, Gispasa y adjudicatarias han suscrito una prórroga técnica que expira a finales de este mes. Para entonces, ya se debería haber llegado a un acuerdo, ya que el pliego de adjudicación prevé cuantiosas multas por retrasos. Las adjudicatarias podrían verse obligadas a tener que pagar 90.000 euros por día de demora.
El Principado insiste en que, tras este nuevo parón, los trabajos estarán concluidos a finales de año y que la megamudanza y la fase de equipamiento del HUCA arrancará a principios de 2010. Teniendo en cuenta que el proceso de traslado tiene un tiempo máximo de duración de 9 meses, estaríamos hablando, en el mejor de los casos, de septiembre u octubre de 2011 como posible fecha de apertura, una responsabilidad que recaería, por tanto, en el siguiente Gobierno regional.
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