¿Quién tiene un billete de 500 euros?
Los españoles son, después de los luxemburgueses, los más familiarizados con la propiedad de los ’papeles’ de alto valor
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El Comercio. 24.04.11 - 02:02 - M. J. ALEGRE | MADRID.
CURIOSIDADES
En la cartera. Uno de cada tres españoles, austríacos e italianos tiran de billetera para compras de 1.000 euros.
El doble. El dinero contante y sonante supone en las tiendas el doble de operaciones que las tarjetas de crédito.
Regalos. El 10% de los poseedores de un billete de 500 euros afirma que lo recibió como regalo.
Los bautizaron como los ’Bin Laden’ para sugerir que nadie los había visto, pero una encuesta del Banco Central Europeo desvela que un 33% de los españoles ha sido propietario de un billete de 500 o de 200 euros más de una vez al año, ocho puntos por encima del 25% que refleja la media europea. Mayor familiaridad sólo se percibe entre los luxemburgueses, con un 45% -al fin y al cabo, dar cobijo al dinero es una de las actividades favoritas del país- pero no deja de ser curioso que sólo el 8% de los holandeses y el 9% de los franceses declare haber poseído en alguna ocasión a lo largo del año uno de los dos billetes de mayor valor.
Apenas uno de cada cuatro españoles confiesa que no ha tenido estos billetes de alto valor en su bolsillo nunca. Sólo entre los residentes del Gran Ducado se encuentra un porcentaje más bajo (17%) de ciudadanos ajenos a la propiedad de los codiciados ’papeles’. Por el contrario, nada menos que tres de cada cuatro ciudadanos galos e igual proporción de los Países Bajos jamás han poseído un billete de 200 o de 500 euros de importe.
El Banco Central Europeo ha realizado la consulta entre empresas y familias de siete países -España, Bélgica, Alemania, Francia, Italia, Luxemburgo, Holanda y Austria- para conocer tanto el uso que los ciudadanos y las compañías hacen del dinero en efectivo, como las cantidades atesoradas. No hay otra manera eficaz de saberlo, porque bancos y cajas no aportan estos datos, ni tampoco las estadísticas oficiales desglosan los importes entre apuntes contables y billetes físicos.
Entre finales de febrero de 2002, cuando las monedas de los doce países pioneros en la adopción del euro dejaron de tener curso legal, y finales del pasado año, la circulación de billetes en euros aumentó el 241%, al pasar de 246.000 millones a 840.000 millones de euros. El incremento de los billetes en circulación se ha atribuido, principalmente, al fuerte incremento de los valores de 500, 100 y 50 euros.
Pero el seguimiento de las cifras aporta otros datos de interés. En el otoño de 2008, la quiebra de Lehman Brothers produjo una demanda de 35.000 millones en un mes, entre septiembre y octubre de aquel año, procedente en su mayor parte del extranjero, y concentrada en billetes de 500 euros. Ni los bancos y cajas aumentaron su efectivo en ese periodo ni tampoco ese dinero ha retornado al sistema posteriormente. Las operaciones representaron, según los expertos del BCE, un refugio frente a las incertidumbres del momento.
Cajeros caros
¿Cómo utilizan el efectivo las familias europeas? La encuesta llevada a cabo entre los hogares acaba con algunos tópicos. España tiene una de las redes de cajeros automáticos más extensa y eficaz de la zona, pero los españoles son, junto a los italianos, los usuarios que hacen uso de estas máquinas con menor frecuencia. En estos dos países hay un tercio de ciudadanos que nunca retira dinero de los cajeros automáticos, frente al 20% de la media de la zona. Los autores del trabajo explican que la menor utilización -y el más elevado importe de cada operación realizada- se deben a las comisiones que se aplican cuando una persona retira dinero con una tarjeta emitida por una entidad o grupo distinto del que opera el cajero.
Los europeos pagan en efectivo el 87% de las pequeñas compras (el pan, el periódico, un café...) pero una de cada dos veces recurren a la tarjeta o el cheque cuando llenan el tanque de su vehículo o abonan la factura del supermercado. Un 30% de los españoles también tira de billetera en desembolsos de 200 a 1.000 euros (muebles, prendas de vestir), porcentaje que sólo superan los italianos. En Francia, Holanda y Luxemburgo los consumidores muestran una clara aversión a los pagos en efectivo. Un 10% de los austriacos y un 6% de los españoles declaran que abonan con billetes hasta las operaciones por importe superior a los 10.000 euros, como la compra de un coche.
El uso más frecuente de billetes de alto valor se registra en Luxemburgo, seguido de Italia, Austria, Bélgica y España. En estos, como en el resto de los países, los que utilizan esta clase de billetes son casi siempre hombres, trabajadores autónomos y con edades comprendidas entre los 25 y 54 años. A la pregunta de cómo habían obtenido los billetes de alta denominación, el 47% contestó que los había retirado de su cuenta bancaria, el 18% los había recibido como pago por la venta de bienes o servicios, el 12% como parte de su salario y el 10% como regalo.
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