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Un quirófano híbrido, más seguro y más preciso

Un quirófano híbrido, más seguro y más preciso

 

 

Los cirujanos vasculares de Cabueñes detallan particularidades de la sala que hoy se estrena

A. RUBIERA

Una decena de pacientes del servicio de cirugía vascular estrenarán hoy el nuevo quirófano híbrido (con tecnología diagnóstica y terapéutica integrada) del Hospital de Cabueñes. Una sala cuyo coste ronda el millón de euros, con la dotación más puntera y que incluye las adecuaciones más singulares -en cuanto a espacios y versatilidad de equipos y soportes- para que los cirujanos vasculares del área V puedan afrontar el presente y futuro de la especialidad «en condiciones óptimas», afirman.

Precisamente ha sido ese cambio en los modos de hacer, basados cada vez más en intervenciones mínimamente invasivas, las que han llevado a los profesionales a darle un giro a su especialidad. Ese giro empezó hace décadas aunque en Gijón, pese a que ahora se hacen con la «joya» tecnológica de todo el complejo sanitario, los vasculares son apenas unos novatos, ya que el servicio llegó a Cabueñes en el año 2003.

Los doctores Javier Álvarez -hoy jefe de servicio- y Manuel Javier Vallina -jefe de sección- fueron los primeros profesionales que aterrizaron en el hospital de referencia del área V, con el reto de montar un servicio acorde a las necesidades de un área con 300.000 habitantes. En sólo ocho años han conseguido que su equipo se multiplique hasta los 10 cirujanos; tienen en su haber el hito de haber logrado la integración con el servicio de vascular de Jove, lo que implica que se consideran «un único servicio, pero con dos hospitales que atender». Otro hito es que en tan poco tiempo hayan conseguido el visto bueno de la Comisión Nacional de Especialidades para convertirse en servicio que forma a médicos MIR. «Eso lo consiguen muy pocos hospitales de nuestro tamaño y habla por sí solo del crédito que tiene este servicio a nivel nacional», sostiene el gerente de Cabueñes, Luis Hevia.

Entre los dos hospitales locales, el servicio realiza algo más de mil intervenciones y su colaboración se considera básica para otras especialidades. Ahora todo su esfuerzo tiene un gran premio: un quirófano híbrido en el que podrán hacer cirugía convencional, cirugía endovascular -navegando por las arterias-, arteriografía (técnicas de imagen para ver las estructuras vasculares), escáner y TAC con el mismo equipo. «Podemos hacer todo el abanico de trabajo de la especialidad: desde fístulas a aneurismas de todo tipo, hasta los aneurismas toracoabdominales (que es la cirugía mayor y más agresiva de la patología cardiovascular que podemos hacer). Estos equipos nuevos nos permiten hacer de todo», explica el doctor Javier Álvarez.

De todo, y mejor. Porque entre las grandes ventajas que citan los especialistas al respecto de la nueva sala híbrida están la posibilidad de reducir el tiempo de estancia hospitalaria. Al integrar en un mismo espacio los equipos diagnósticos y quirúrgicos, y poder actuar en un solo tiempo, el paciente perderá menos tiempo entre pruebas.

También se habla de una mayor capacidad terapéutica: «Vamos a poder llegar a arterias más pequeñinas por la calidad que nos da este equipo», explica el doctor Álvarez; y de más seguridad para el paciente y el personal de quirófano por las menores radiaciones a las que se someterá al enfermo. «El arco nos van a ofrecer imágenes de mucha más calidad, lo que repercutirá en que no se necesitan repetir tantos disparos como hacíamos con los otros equipos de radiodiganóstico para conseguir una buena imagen de la zona donde había que trabajar, y eso supone reducir una barbaridad la radiación», apunta el doctor Vallina.

También aventuran más precisión en las intervenciones porque «nunca habíamos visto el árbol arterial como lo vemos ahora», explican. Eso se debe a que las angiografías las van a ver en tres dimensiones (lo que visualizarán en uno de los tres monitores de la sala de control del quirófano, donde también verán las imágenes axiales del TAC). En esa sala de control, otra pantalla les servirá los datos del paciente y epidemiológicos, y en una tercera seguirán en tiempo real lo que se está haciendo en el quirófano. ¿Y para no tener que llegar a estrenar este lujo de quirófano? La receta es «no fumar y no fumar. Porque es uno de los grandes factores de riesgo. La gente no es consciente de que los malos hábitos van «oxidando las cañerías» hasta que llega un momento que la vuelta atrás es difícil. Hábitos de vida, controlar las grasas, la tensión, la diabetes... influyen en nuestra salud vascular», apunta el doctor Álvarez. «La nuestra es una patología que hay que currársela», concluye con sorna el doctor Vallina.

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