Zapatero cede a las exigencias de PNV y CiU en la reforma de los convenios

 

 

 

Aprobado el decreto gracias a la abstención nacionalista l La minoría vasca se jacta de lograr concesiones «históricas»

Oviedo / Madrid, Agencias
El Gobierno superó ayer la prueba de la votación parlamentaria de su reforma para los convenios colectivos gracias a la abstención de los diputados nacionalistas de CiU y PNV, obtenida en base a concesiones que la minoría vasca llegó a calificar como «históricas». Según los compromisos negociados personalmente por el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, y por sus vicepresidentes, la reforma será enmendada para incluir un pronunciamiento a favor de vincular los salarios a la productividad, mayor flexibilidad para las empresas en dificultades y la prevalencia de los convenios de ámbito autónomo sobre los de rango estatal.

El Ejecutivo logró el apoyo implícito de nacionalistas catalanes y vascos «in extremis». De entrada, tanto CiU como PNV anunciaron su rechazo al decreto sobre negociación colectiva, impulsado por el Gobierno tras la ruptura del diálogo entre la patronal y los sindicatos. Zapatero se enfrentaba a la posibilidad de sufrir un revés en el Congreso que podía devaluar el crédito de sus políticas reformistas (justo en vísperas de una reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la UE), comprometer su propósito de no anticipar el final de la legislatura y exponer a España a sufrir más castigo en los mercados financieros.

De ahí que el Gobierno desplegara todo su arsenal negociador. Zapatero y los vicepresidentes Alfredo Pérez Rubalcaba y Elena Salgado trataron con los líderes parlamentarios de CiU y PNV para conseguir su abstención. Mientras, el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, mantenía en el Hemiciclo un debate sobre la reforma que se prolongó durante más de dos horas.

Finalmente, la abstención de los nacionalistas permitió sacar adelante la reforma con los únicos votos afirmativos del PSOE. El Gobierno se comprometió con CiU a incluir una referencia a la necesidad de vincular la evolución de los salarios a la productividad y que se aborden cuestiones relativas al absentismo, exigencia que está en línea con las aspiraciones de la CEOE.

Y el PNV logró imponer que los convenios de ámbito autonómico tengan prevalencia sobre los de ámbito estatal en caso de conflicto. Según las opiniones recabadas entre expertos, este cambio supone ir en dirección contraria al planteamiento general de la reforma, que trata de organizar la negociación colectiva en torno a los convenios de empresa y a los estatales y reducir el vigente protagonismo de los acuerdos de ámbito territorial (provinciales y autonómicos). Josu Erkoreka, portavoz del PNV, se jactó de haber obtenido una «concesión histórica». Se le atribuyó haber dicho que «nunca se había conseguido tanto por una abstención», aunque luego matizó sus palabras.

Los cambios

Productividad

El preámbulo de la reforma incluirá una referencia a la necesidad de vincular los salarios a la productividad.

Flexibilidad

Se ampliará la capacidad de las empresas para modificar las condiciones de trabajo en circunstancias excepcionales.

Absentismo

A petición de CiU, la reforma abordará aspectos relacionados con la lucha contra el absentismo que había quedado fuera del decreto. En el preacuerdo que luego no suscribieron patronal y sindicatos se habló de ampliar el papel de las mutuas.

Jerarquía

Por exigencia del PNV, la reforma incluirá que los convenios de ámbito autonómico tendrán prevalencia sobre los de ámbito estatal. La reforma estaba diseñada para contrarrestar la hegemonía actual de los convenios de ámbito territorial (los provinciales, principalmente), que hacen que las condiciones de trabajo y los costes laborales de las empresas varíen a veces significativamente entre unas zonas y otras.