Los preparativos para la apertura del hospital de Mieres

Salud prevé concentrar en una semana el traslado del Álvarez-Buylla al nuevo edificio

El gerente del centro apuesta por una mudanza en bloque de todos los servicios sin necesidad de desviar pacientes a otros complejos sanitarios

Mieres del Camino, David MONTAÑÉS, en La Nueva España

La ya inminente conclusión de las obras del nuevo hospital de Mieres abre ahora un nuevo periodo que debe desembocar, dentro de aproximadamente un año, en la entrada en funcionamiento del complejo sanitario. A la espera de que el próximo Gobierno regional saque a concurso la mayoría de los equipamientos, los responsables sanitarios ya trabajan en la planificación de lo que será el traslado de actividad desde el viejo hospital de Murias hasta el de Nuevo Santullano. Aunque quedan flecos por concretar, el gerente del Álvarez-Buylla, Fernando Gallego, sostiene que la mudanza se podría realizar en tan sólo «una semana». Además, apenas será necesario reubicar en otro Hospital a pacientes ingresados y únicamente aquellos enfermos que precisen unos cuidados médicos intensivos serán desviados al Hospital Central de Asturias.

Fernando Gallego explicó que el hecho de que la mayor parte de los equipos del futuro hospital comarcal sean nuevos facilitará notablemente el traslado. De esta forma se podrá solapar la actividad de la mayor parte de las áreas mientras el personal adscrito a cada unidad procede al traslado. El operativo es «complejo», pero la gerencia ya tiene lo que podría definirse como un protocolo de actuación que, no obstante, aún deberá pasar varios filtros. «Se trata de un procedimiento muy delicado, en el que lógicamente no puede fallar nada, y hay que tener lo que podría definirse como un plan "B" para evitar posible contratiempos», señaló el gerente del complejo sanitario.

En síntesis, los responsables del Hospital Álvarez-Buylla piensan que es viable concentrar en una semana todo el operativo del futuro traslado a Nuevo Santullano. De esta forma, queda, en principio, descartada la alternativa de abordar una «mudanza» por fases, escalonando la apertura de servicios en el equipamiento que se inaugurará en Nuevo Santullano.

En principio, el traslado de los pacientes que se encuentren ingresados en el momento del traslado no será uno de los puntos más conflictivos. Cuando las habitaciones y equipos del nuevo hospital Álvarez-Buylla estén ya en condiciones de recibir a los enfermos, se activará un plan de trasladado sanitario con ambulancias convencionales y unidades de UVI móvil que, en pocas horas, procederán a la evacuación de todos los internos en el complejo. En principio, la fecha prevista para el cambio de ubicación (el mes de junio del próximo año si se cumplen las últimas previsiones anunciadas esta misma semana por el presidente del Principado, Vicente Álvarez) facilitará el trabajo, ya que no está incluido en los periodos de mayor actividad hospitalaria. A nivel de personal, el traslado afectará a una plantilla fija de más de 600 profesionales.