El transporte por carretera en Asturias, en huelga indefinida

 

El paro comenzó a medianoche, con las principales estaciones de autobuses como principales objetivos de los piquetes

 

03.06.12 - 17:58 - AIDA COLLADO| GIJÓN

 

No fue posible. Hubo reuniones por la mañana, reuniones por la tarde y reuniones por la noche. El Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos fue testigo de los encuentros entre patronal y sindicatos, pero no hubo acuerdo. Desde esta medianoche el sector del transporte asturiano por carretera está en huelga. «Nosotros pusimos el inicio, el final depende de la patronal», advierten los convocantes del paro. Una asamblea, ayer por la noche en la sede de UGT, marcó la estrategia que se seguirá en los próximos días y que ya empezó, con la entrada de este 4 de junio, en la estación de autobuses de Oviedo. Allí se concentraron los piquetes que, a lo largo de la jornada, tratarán de paralizar el transporte por carretera en la región.

Así pues, de nada sirvieron los intentos de diálogo que marcaron un domingo de víspera. De víspera porque, a primera hora de tarde, tras el chasco de la primera reunión, ya nadie confiaba en que la huelga pudiese evitarse. «No hubo acercamiento ninguno, siguieron planteando exactamente lo mismo y, así, llegar a una solución era imposible», protestaban desde CC OO.

Los sindicatos interpretaron como una afrenta la oferta matinal de los empresarios: «Estar a doce horas de la huelga y poner lo mismo encima de la mesa es una provocación». Llegó el descanso para comer y los primeros atisbos de esperanza. Porque la patronal pedía a los sindicatos un nuevo encuentro vespertino, después de una reunión previa de los empresarios.

La tarde arrancó con los responsables de las patronales de viajeros -que también representaban a las de mercancías, que no asistieron-, encerrados en una sala. Los sindicatos esperaban, en otro salón, su turno. Con la incertidumbre de si, finalmente, cederían o no a algunas de sus pretensiones. Pero las conversaciones no llegaron a buen puerto y los planes de paro indefinido siguieron hacia adelante.

El secretario del sector de carretera de Asturias de CC OO, Manuel García, lo tenía claro: «Hasta ahora, no cedieron en nada. Ante esto, tenemos muy claro que la huelga tiene que seguir». En la misma línea, se expresaba el secretario general de UGT para el Transporte, Florentino Vázquez, quien reconocía antes de dar por rotas las negociaciones que ya estaban preparándose para un paro que parecía inevitable y planificando su actuación «en los sitios estratégicos», ya que, era consciente, iba «a ser muy difícil llegar a un acuerdo». En su opinión, «lo que están marcando los empresarios es una posición política». Ambos sindicatos coincidían en resaltar el carácter indefinido de la huelga. «Nosotros pusimos el inicio, el final depende de la patronal», sentenciaban.

Los puntos de desencuentro eran muchos y variados. Y ni siquiera era el primer intento de llegar a un acuerdo. De hecho, los sindicatos ya habían convocado la huelga hace unos días, pero finalmente la retiraron «por responsabilidad» y en la esperanza de alcanzar un compromiso por ambas partes. Más tarde, pensaron que esa retirada, acompañada de un descenso en sus demandas, había contribuido a que los empresarios lo viesen como una debilidad e intentasen aprovecharse de la situación.

Ovidio de la Roza, presidente de ASETRA, realizaba ayer un análisis bien distinto: «Es necesario negociar en un clima cómodo y no a pocas horas de una huelga». Y volvieron al punto de partida.

El paso de las horas fue agotando las negociaciones que, antes incluso de que la patronal comunicase su posición final a los sindicatos a las nueve de la noche, se daban por fracasadas. Había demasiados puntos de desencuentro en la negociación del convenio: la desvinculación del transporte de viajeros, del de mercancías y de parques y garajes; una jornada de cómputo anual, que según los sindicatos «se traduce en 360 horas de trabajo más al año»; el hecho de que no se contemplasen subidas salariales hasta su caducidad, dentro de 4 años; la introducción de la figura de ’conductor en desarrollo’, que exige 18 meses de experiencia en la empresa -aunque antes se haya trabajado en otras- para igualar el salario al de los demás conductores; la eliminación de pluses y de dietas en las que no se acrediten los recibos; la imposibilidad de acumular antigüedad a partir de su firma... Todo ello impidió el acuerdo. Y todo provocó que desde la pasada medianoche Asturias esté en huelga.