Los ajustes desbordan a los médicos en verano
Salud sustituye a menos del 30% de los facultativos de Primaria
Foto: Un profesional del SAMU entra en el centro de salud de La Lila, en Oviedo.
La Voz de Asturias. 27/07/2011 / Pablo Zariquiegui Oviedo
El cierre del centro de salud de El Llano, apenas un día, supuso el pasado año un pequeño escándalo en la sanidad asturiana. El Servicio de Salud, en pleno proceso de reorganización de las urgencias, se vio obligado a cerrar el centro gijonés por falta de personal. El escándalo sería hoy monumental si el Gobierno asturiano siguiera el ejemplo de Cataluña y optara por cerrar decenas de centros, redujera el horario de asistencia en otros tantos y obligara a recorrer a los pacientes afectados hasta 25 kilómetros para ver a su médico. La Generalitat persigue con este nuevo plan de ajuste ahorrarse un 10% de su presupuesto en salud.
¿Puede ocurrir algo similar en Asturias con un Gobierno conservador? Francisco Álvarez-Cascos, presidente del Ejecutivo, ponía en el debate de investidura a la sanidad catalana como ejemplo de colaboración entre la medicina pública y la privada. Los especialistas consideran, sin embargo, que los programas de ajustes en Asturias nunca llegarán tan lejos. José María Navia-Osorio, consejero de Sanidad, eludió ayer entrar a comentar las medidas anunciadas por el Gobierno catalán. Navia-Osorio, que acaba de aterrizar en la consejería, prefiere no adelantar iniciativas hasta conocer al detalle el estado de las finanzas.
El Sindicato Médico Profesional de Asturias (Simpa) considera, sin embargo, altamente improbable que el Principado se contagie del cierre de centros de salud de Cataluña. ¿Las razones? Antonio Matador, secretario general del sindicato, manifiesta que el sistema catalán es peculiar, entre otros factores, por el enorme peso del sector privado a través de las mutuas de asistencia. Cataluña tiene un sistema sanitario mixto en el que la medicina pública y la privada se reparten prácticamente a medias el mercado. En muchos casos, la financiación de servicios es pública, pero la prestación es privada. Matador subraya que en Asturias, con una Atención Primaria casi en exclusiva en manos públicas, resulta prácticamente imposible pensar en cerrar 40 puntos de Atención Primaria y reducir horarios en 57. Más bien, los médicos y enfermeros asturianos apuntan a un ajuste más sutil, más light .
Matador asegura que, de hecho, los recortes empezaron hace ya algo más de un año. Y cita dos medidas. La primera, la falta de sustituciones del personal de baja o de vacaciones. En concreto, este verano, el Sespa está sustituyendo a menos de un 30% de los facultativos. Esta situación llega al extremo en los consultorios periféricos. Matador destaca que en entornos rurales, con apenas dos médicos por consultorio, las vacaciones de uno obligan al otro a atender a toda la población.
La segunda medida de ajuste, gasto farmacéutico al margen, afectó a urgencias. El anterior equipo sanitario reorganizó la Atención Continuada: redujo los puntos de asistencia y los concentró en las áreas urbanas. Donde la Consejería de Salud vio una mejora en la atención, los médicos denunciaron recortes.
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