Invitamos nosotros, pagan ustedes

 

 28/07/2011 La Voz de Asturias.

Hay una derecha de corbata de nudo grueso y pañuelo a juego en el bolsillo de la americana ceñida que gusta de mandar en la barra del bar y mostrar que es de casa grande. Pero a la hora de pagar, siempre está tres pasos atrás. Esta actitud se vio ayer en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, donde los once consejeros de Hacienda de las comunidades autonomas gobernadas por el PP reclamaron al Gobierno de España que se olvide de sus cuentas pendientes.

 

Esto aquí se llama grandonismo de mal pagador: invito yo y desembolsa usted. Más allá del talante que denotan estas prácticas y los adjetivos que sugieren, se penaliza a aquellas comunidades autónomas que sí han cumplido con sus obligaciones financieras.

 

Los gobiernos de las regiones derrochadoras demandan ahora un trato idéntico a los de las comunidades que hicieron los deberes. Y aquí es donde Asturias puede levantar la voz, sin recurrir a la estrategia del victimismo, porque en este caso el agravio comparativo es real.

 

El porcentaje de deuda sobre el Producto Interior Bruto (PIB) del Principado es del 7,1%, el segundo más bajo de España y un 3,8% por debajo de la media. Al otro lado se encuentran territorios, como Cataluña o la Comunidad Valenciana, con un 16,2% y un 17,2%, respectivamente.

 

Con los datos oficiales en la mano, Asturias cumplió con las exigencias de control de la deuda pública. Y lo hizo con sacrificios, al domar el gasto corriente, pero también al limitar recursos en la prestación de servicios públicos.

 

Otros, sin embargo, optaron por las políticas de barra libre. El caso valenciano es llamativo. Mientras la fiebre del ladrillo garantizó ingresos y nadie preguntaba sobre el origen de los dineros para levantar las obras faraónicas de Zaplana y Camps. Y eso sin hablar de los negocios de Correa y ‘El Bigotes’.

 

Si está bien reclamar la flexibilización de la devolución de los adelantos a cuenta con el Gobierno central, como ha hecho Ramón del Riego, nuevo titular de Hacienda, también es su obligación recordar que Asturias ha cumplido con las obligaciones y, por tanto, no debe ser tratada igual que los territorios derrochadores.