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Por suerte ya hay quienes “afrontan” los problemas con alternativas concretas…

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CCOO (Confederación) propone como alternativa al copago poner carteles en los hospitales para concienciar sobre el gasto de cada actividad asistencial

El sindicato presenta en Murcia el libro 'Copago Sanitario ¿Eficacia, eficiencia o negocio?'

MURCIA, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -

CCOO ha arremetido contra la aplicación del copago para resolver el problema de la financiación sanitaria, y ha apostado por medidas alternativas como poner carteles en las puertas de las instituciones sanitarias explicando cuál es el coste de la institución, cuánto cuesta cada consulta o cada actividad médica para que la gente tome conciencia del coste que supone.

Así lo ha hecho saber el médico y director del Observatorio de Políticas de la Salud de la Fundación 1º de Mayo, Marciano Sánchez-Bayle, en la rueda de prensa que ha ofrecido para presentar el libro 'Copago Sanitario ¿Eficacia, eficiencia o negocio?', junto al secretario general de CCOO Región de Murcia, Daniel Bueno; y el secretario Confederal de Estudios de CCOO y Presidente de la Fundación 1º de Mayo, Rodolfo Benito.

Se trata de un informe realizado por el Observatorio de Políticas de Salud de la Fundación 1º de Mayo, y que se hace con el propósito de analizar cuáles son los motivos por los que se justifica la implantación del copago y cuáles son sus "desastrosos" resultados, ya que obligan a la ciudadanía a "elegir entre comer o acudir al médico, y cualquiera que sea la elección será desastrosa", según Sánchez-Bayle.

Como alternativa al copago, este médico apuesta por medidas que pasan por "reducir el gasto farmacéutico e implantar una financiación finalista, de tal forma que las comunidades autónomas reciban una determinada cantidad de dinero destinada a partidas concretas, con la intención de evitar diferencias de gasto sanitario entre CCAA".

A su juicio, también se puede racionalizar la utilización de la tecnología sanitaria, ya que el 30 por ciento de la misma no se utiliza de forma eficaz y se podría ahorrar. Otro aspecto importante, a su juicio, es reducir la privatización de la sanidad, ya que "incrementa su coste".

Igualmente, ha apostado por la existencia de una agencia pública para el conjunto del sistema sanitario español que se encargue de realizar compras generalizadas, y ha puesto como ejemplo de sus resultados a las ocho comunidades autónomas que acordaron este año la compra de las vacunas de la gripe, ahorrando 3,2 millones de euros.

En el caso de la plataforma logística que centraliza las compras en la Región de Murcia, Bueno ha reprochado que se trata de una central de compras gestionada por la distribuidora de productos fármacos, Hefame, lo que supone "pasar los beneficios a otra gente con esa excusa", según Sánchez.

DESBARATANDO LOS ARGUMENTOS A FAVOR DEL COPAGO

Normalmente, Sánchez-Bayle dice que la gente que es favorable al copago "suele utilizar como argumentos que tenemos un gasto excesivo en Sanidad, que hay un exceso de utilización, que es necesario generar una conciencia de coste de los servicios sanitarios y que, también puede generar ingresos adicionales al sistema".

Sin embargo, el libro publicado por CCOO desbarata estos argumentos uno a uno. En primer lugar, lo primero que hay que preguntarse, según Sánchez-Bayle, es si "gastamos mucho". La realidad, ha puntualizado, es que España no gasta mucho, ya que el gasto sanitario, en relación con el PIB, está por debajo de la media UE.

Sánchez-Bayle ha desmentido también que el gasto sanitario esté incontrolado, ya que los datos "indican que el promedio del crecimiento anual en los últimos diez años en los países de la OCDE es del 4,1 por ciento, mientras que en España el gasto ha sido del 2,7 por ciento, es decir, prácticamente la mitad".

Además, Sánchez ha señalado que la relación entre el crecimiento del gasto privado y el gasto público en España es "superior al promedio de los países de la OCDE, ya que el promedio de crecimiento del gasto sanitario en España recae fundamentalmente en el sector privado".

De hecho, ha indicado que el promedio del gasto privado sobre el total del gasto sanitario en España es dos puntos inferior al promedio de la Unión Europea y casi tres puntos inferior al promedio de los países con altos ingresos de la OMS".

Sánchez-Bayle también ha defendido que el gasto sanitario español "es muy eficiente, porque las curvas que relacionan el gasto sanitario per cápita y la esperanza de vida de la población arroja en España tres años más de vida de lo que le corresponde a su gasto sanitario".

Cabe preguntarse también, según Sánchez-Bayle, si España puede permitirse poner en marcha un copago, ya que las pensiones en el país "son relativamente bajas, con un importe medio total de 776,44 euros mensuales, aunque hay algunas como las de viudedad que oscilan en un promedio de 570,49 euros mensuales".

Las pensiones altas "no llegan ni siquiera al 0,1 por ciento de las pensiones, la mayoría de las cuales se encuentran situadas por debajo de los 500 euros, y el 99 por ciento está por debajo de los 1.500 euros". Además, hay 4,6 millones de parados, así como 1,2 millones de hogares con todos sus miembros sin trabajo.

EL PROBLEMA FUNDAMENTAL: LA RECAUDACIÓN

A su juicio, el problema fundamental en España es "de recaudación", y ha puesto como ejemplo que en España, entre 2007 y 2009 ha habido una disminución aproximada de un diez por ciento de los ingresos no financieros en relación al PIB, es decir, se han bajado los impuestos, sobre todo, los que afectan a la gente que tiene más dinero".

Asimismo, ha reprochado que en España "hay mucho fraude fiscal y tiene gastos muy poco razonables". Por ejemplo, ha señalado que la eficacia en la contención del gasto sanitarios es mínima, y que las cuotas de participación son un impedimento al acceso a los servicios para los pobres y ancianos que viven con bajos ingresos, que retrasan o impiden el uso de servicios sanitarios necesarios".

Sánchez-Bayle ha reprochado que el copago tampoco ha demostrado su capacidad para contener la demanda e, incluso, en algún caso lo ha incrementado, tal y como demuestran informes en Canadá, Australia y Portugal.

El último informe de la OMS de 2010, señala que el copago es "totalmente dañino para la salud de las personas porque supone un obstáculo muy importante para la atención de aquellas personas que están en una situación menos boyante y de forma significativa sobre los enfermos crónicos".

Otro de los argumentos que se suelen esgrimir a favor del copago es que hay un exceso de utilización del sistema de salud, lo que "no es cierto, ya que el último informe de la OCDE, correspondiente a 2011, indica que en Europa hay tres países que tienen mayor número de consulta por habitante y año, que son la República Checa, Hungría y Alemania, que tienen sistemas de copago muy importantes".

España está en el cuarto lugar con 7,5 consultas por habitante y año, pero es el país de la Unión Europea con menor número por estancias por habitante y año. Es decir, España es un país en el que utiliza más la atención primaria pero mucho menos la atención hospitalaria, y el uso de una cama tiene un coste mucho mayor que la consulta.

Sánchez-Bayle también ha arremetido contra la idea de que implantar el copago ayuda a tener conciencia de coste, algo que ha desmentido en la medida que la ciudadanía "sabe que la Sanidad se paga con sus impuestos", y ha reprochado que se trata de una idea "mercantilista que da por hecho que la gente solo aprecia lo que paga".

En Portugal el gasto sanitario en 1990 era del 5,9 por ciento del PIB y en España el 6,5 por ciento. Desde entonces, en el país vecino se introdujo el copago sobre consultas externas, sobre consultas del especialista, pruebas diagnósticas e ingresos hospitalarios. El resultado es que, en 2011, el gasto sanitario en Portugal es el 10,6 por ciento del PIB y en España el nueve por ciento.

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