Sanidad fulmina el proyecto comunitario de La Fresneda
Alega que el plan de salud «interfiere» en la actividad del centro
Foto: Reunión de urgencia de varios miembros de la plataforma de apoyo al Proyecto de La Fresneda, ayer, josé vallina
24/01/2012 00:00 / A. Fuente La Fresneda (siero)
La gerencia del Servicio de Salud del Principado (Sespa) ha condenado al Proyecto Fresneda, el plan de salud comunitario que se desarrollaba en el centro médico de la urbanización sierense. En un informe auditor, Sanidad determina que es necesario desvincular el proyecto del centro de salud; se requiere a la asociación que lo impulsa a modificar su domicilio actual, esto es, a que se vaya; y se cesa a Valentín Pérez como director del la unidad de gestión clínica de La Fresneda. Pérez es una de las figuras más relevantes en la defensa y promoción de este modo de complementar y prevenir la salud, a través de los diferentes talleres que se desarrollaban en el centro.
Sanidad pone así punto y final a 20 talleres con medio millar de usuarios. Por medio de un comunicado, el Principado destaca que la Asociación Proyecto Fresneda “ha venido desarrollando desde el mes de septiembre de 2009 en las instalaciones del centro de salud” de la localidad “un conjunto de actividades para desarrollar la participación comunitaria en la promoción de estilos de vida saludable”. Y se destacan algunas de ellas, como son el “masaje y reiki, tacto cuántico, relajación creativa, bailes de salón, danzas del mundo y manualidades, entre otras”. Para el portavoz de la plataforma creada para la defensa del proyecto, Carlos del Cano, es “tendencioso” esa elección de talleres; “precisamente, se olvidan de los más importante, como son los de tabaquismo, lactancia o de apoyo psicosocial, cuyos usuarios son quienes más lo van a echar en falta”. Del Cano hizo estas declaraciones después de mantener un encuentro de urgencia del grupo tras conocer la noticia “sorprendente”.
El informe del Sespa incide en que “la realización de estas actividades, coincidiendo con el horario de funcionamiento del centro de salud, ha derivado en quejas de los trabajadores del mismo y de sus representantes legales en la Junta de Personal del Área Sanitaria IV, que han denunciado interferencias con el normal desarrollo de la actividad sanitaria”. La gerencia del Sespa encargó una auditoría “para poder tomar una decisión fundamentada de respuesta a dichas denuncias. La auditoría encargada declara probado que el Proyecto Fresneda interfiere en la actividad asistencial del centro, no sólo a nivel físico sino también con injerencias a nivel de indicaciones y consejos sanitarios”.
Asimismo, Sanidad manifiesta que queda probado que “la presencia de personas ajenas al equipo de atención primaria utilizando los recursos del centro, incluso fuera del horario legalmente establecido, provoca dudas de los pacientes respecto a la formación sanitaria de esas personas así como un grave incumplimiento de la normativa sobre confidencialidad”.
Razones «políticas» El ya ex director del centro, Valentín Pérez, expresaba (visiblemente afectado) la decepción por la esta decisión que ha adoptado Sanidad. El responsable fue llamado para mantener una reunión a las diez de la mañana de ayer; a las nueve ya había presentado su renuncia ante la gerencia. Y no tuvo muchas más palabras. Ya por la tarde se reunieron una veintena de usuarios y defensores del proyecto. “Solamente podemos entender que detrás de esta decisión hay razones políticas”, afirmó Del Cano.
“Nos abocan a desaparecer y sólo nos queda informar a los usuarios de que ya no habrá más talleres”, decía el portavoz de la plataforma de apoyo al proyecto sanitario comunitario. Entre las palabras que más se oyeron ayer en La Fresneda (también en las redes sociales, muy activas con el asunto) fueron “decepción, frustración, tristeza, desánimo o sorpresa”. “No nos esperábamos esta decisión porque realmente no existen esos problemas de interferencia que aseguran hay”, dijo Del Cano.
De poco han servido las más de 4.500 firmas de apoyo al proyecto, o los numerosos comunicados de expertos y sociedades que ponían como ejemplo de sanidad preventiva las actividades que se desarrollaban con voluntarios. “Esta decisión es un recorte a las ideas, al voluntariado, a la iniciativa comunitaria”, se declaró desde la plataforma.
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