El San Agustín analiza los protocolos aplicados para atender a los pacientes
Cerco a la hipertensión pulmonar
02.02.12 - 02:37 - FERNANDO DEL BUSTO | AVILÉS.
No es una enfermedad muy frecuente; en Avilés la media son dos casos nuevos al año.Comienza siendo una fatiga y, cuando el diagnóstico concluye que la persona padece una hipertensión pulmonar, el paciente se enfrentará a un cuadro muy serio y que condicionará el resto de su vida. La hipertensión pulmonar es una enfermedad poco frecuente, cuya media de casos oscila en los 15 nuevos diagnósticos al año, de los que dos corresponden estadística al Área Sanitaria III de Avilés.
«Pensamos que era mucho más eficaz concentrar la atención en una unidad regional», explica Celso Álvarez, neumólogo del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), que ayer acudió a Avilés junto con el cardiólogo Julián Rodríguez Reguero, también del HUCA, para disertar sobre la enfermedad.
La realidad de la hipertensión pulmonar es muy compleja, ya que existen varias causas. «La más común tiene que ver con las cardiopatías y es tratada por Cardiología», comenta Celso Álvarez. «El trabajo de la Unidad se centra en otro tipo de casos, que son de origen desconocido o que tiene diferentes orígenes, como pueden enfermedades del colágeno o el VIH», añade.
El equipo multidisciplinar existe desde hace tres años y, en este tiempo, su relación con los diferentes servicios de la región ha sido óptima, según explicaron ayer, lo que se traduce en una mejora en la atención a los pacientes.
Los posibles casos detectados en cada Área Sanitaria son remitidos a Oviedo para confirmar el diagnóstico y realizar el tratamiento. Avanzar en el diagnóstico es fundamental para la evolución de la enfermedad.
La hipertensión pulmonar se produce cuando el aumento de la presión de las arterias de los pulmones provoca que llegue menos oxígeno a la sangre. La consecuencia es un aumento de la actividad cardíaca, que termina con un fallo del corazón.
El diagnóstico precoz
La presencia de Julián Rodríguez y Celso Álvarez sirvió ayer para poner en común procedimientos para el diagnóstico precoz de esta patología, para la que no existe una cura definitiva pero sí tratamientos que atenúan sus efectos. En los casos más graves, las personas pueden terminar necesitando un transplante de pulmón.
La conferencia del Hospital San Agustín despertó el interés de los equipos de Neumología, Cardiología y Medicina Interna, los facultativos que afrontan los posibles casos en la consulta.
«Al no tener un origen claro, no existe una manera de prevenirla», comenta el neumólogo ovetense. Con todo, desde la década de los 90, la vida de estos pacientes registró una importante mejoría. «Comenzaron a surgir los primeros medicamentos», comentó Julián Rodríguez.
Desde entonces, la investigación se mantiene activa, tratando de desarrollar fármacos más eficaces para los pacientes. No se puede olvidar que los pacientes deben mantener el tratamiento durante toda su vida.
La sesión clínica de ayer sufrió la incidencia del temporal de frío, ya que se retrasó la llegada del doctor Miguel Ángel Gómez, del Hospital 12 de Octubre de Madrid, uno de los mayores expertos de España sobre esta enfermedad y responsable de la unidad de hipertensión pulmonar del '12 de octubre'. Una experiencia que surgió de forma trágica, según explicó ayer Celso Álvarez.
«En los años 80, la epidemia de la colza generó muchos casos de hipertensión pulmonar y que fueron atendidos en Madrid. Ante esa situación, el doctor Gómez comenzó a investigar y a formarse», recordó ayer Celso Álvarez.
De hecho, los protocolos elaborados en el hospital madrileño sirvieron de referencia para el trabajo de los profesionales asturianos que ayer, aunque de una forma más breve que la prevista, pudieron conversar con Miguel Ángel Sánchez sobre las características de esta enfermedad.
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