Arcelor acepta no aplicar la reforma laboral y los trabajadores desconvocan la huelga
Los sindicatos preparan una propuesta alternativa a la de la empresa, que presentarán el lunes, cuando se inicie la negociación del V Acuerdo Marco
25.09.12 - 00:34 - Trabajadores de Arcelor esperan a la entrada de la factoría de Avilés, durante las primeras horas de la huelga del jueves . :: SERGIO LÓPEZAlivio en el gigante del acero. La dirección de ArcelorMittal y los sindicatos acordaron ayer retornar a la vía del diálogo para dirimir las nuevas condiciones que la multinacional quiere aplicar a la plantilla de las factorías españolas, para atajar los malos resultados económicos. Respiró la empresa porque las movilizaciones, incluida la jornada de huelga prevista para el próximo sábado, han quedado desconvocadas y también respiraron los sindicatos, porque la empresa retiró la amenaza de aplicar la reforma laboral.ArcelorMittal convocó a principios de este mes a la comisión de seguimiento del acuerdo marco para anunciar a los sindicatos su intención de recortar un 10% los salarios y ampliar la jornada laboral en el equivalente a 12 día al año, con el fin de ahorrar hasta un 25% de los costes salariales. Les dijo que quería negociar las nuevas condiciones del acuerdo marco, pero también que si el acuerdo no llegaba en el plazo de 20 días se acogería al descuelgue del convenio que permite la reforma laboral aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy. Es «chantaje y prepotencia», dijeron los sindicatos, que poco después convocaron dos días de huelga en la siderurgia española.Tras la primera huelga, empresa y trabajadores se encontraron de nuevo ayer en Madrid en la segunda jornada celebrada para tramitar el periodo de consultas del descuelgue del acuerdo marco puesto en marcha por la empresa. A diferencia de la reunión anterior, la empresa movió ficha para favorecer una negociación a partir de ahora. Como resultado, los representantes de los trabajadores anunciaron, tras la reunión, la desconvocatoria de la segunda jornada de huelga, prevista y valoraron muy positivamente que la empresa se haya comprometido a «retirar la vía de la aplicación de la reforma laboral mientras negociemos».La reunión del lunes 17 de septiembre sumió a los sindicatos en el pesimismo y confirmó las dos jornadas de huelga en las factorías, que el pasado jueves dejó paralizada la producción de acero en todo el país. La de ayer, sin embargo, dio el importante giro que los sindicatos esperaban al aceptar la multinacional abrir un periodo de un mes para negociar el nuevo acuerdo, sin necesidad de acudir a la aplicación de la reforma laboral. Los representantes de los trabajadores ya habían anunciado, tras la huelga, que esperaban un gesto de distensión por parte de la empresa.«Sin imposiciones»Según los sindicatos, el gigante del acero se comprometió a dialogar «sin imposiciones» y dentro de la negociación del V Acuerdo Marco, de aplicación a partir de enero de 2013. Con ese motivo, tras el encuentro, empresa y sindicatos procedieron a la firma de la constitución de la mesa de negociación del V Acuerdo Marco, que estará compuesto por cuatro representantes de UGT, cuatro de CC OO, uno de USO, uno de LAB y uno de ELA. La negociación será difícil en su conjunto, pero el aumento de la jornada laboral se presenta como el asunto más duro para el acuerdo.La reunión comenzó poco antes de las doce del mediodía y finalizó pasadas las dos de la tarde, con la constitución de la mesa negociadora del acuerdo marco. La multinacional no hizo declaraciones, pero fuentes sindicales destacaron que la marcha atrás de la empresa en este proceso puede deberse al éxito de la huelga, pero también a que «se ha impuesto la racionalidad». Según explicó el secretario general de MCA-UGT en el comité de empresa de Arcelor en Gijón, Alberto Villalta, la empresa reflexionó y vio que a base de imposiciones no podía ir a ningún sitio». Para Villalta, «lo más grave de este asunto fue que la empresa intentó cambiar el marco de relaciones laborales y ahora vamos a pelear por todo en la negociación del acuerdo marco, pero sin la presión de la espada de Damocles encima». Según explicó, «las dos partes hemos decidido dejar las posturas de fuerza a un lado y eso es muy importante».La imagen de una gran empresa aplicando la nueva legislación laboral que le permite la reforma también era un asunto que preocupaba a los sindicatos. El secretario general de la Federación de Industria de Comisiones Obreras, Nicomedes Sánchez, así lo entiende ya que, según dijo, «que esta gran empresa se aparte de la reforma laboral es importante para los sindicatos y para todos los trabajadores españoles».Sobre la negociación que ahora se abre, Sánchez indicó que «estamos condenados a entendernos y habrá acuerdo. Lo importante ahora es poder negociar sin amenazas y que Arcelor haya tomado esta decisión de retirar el descuelgue. Ahora tenemos la tranquilidad suficiente y vamos a negociar porque encima de la mesa está el futuro de la siderurgia y no vamos a claudicar. Aplicar la reforma laboral significaba un retroceso de 30 años en los avances sociales que logramos».Nicomedes Sánchez señaló también sobre la industria auxiliar que «ahora estamos mucho más tranquilos».
Los sindicatos preparan una propuesta alternativa a la de la empresa, que presentarán el lunes, cuando se inicie la negociación del V Acuerdo Marco
25.09.12 - 00:34 -
Trabajadores de Arcelor esperan a la entrada de la factoría de Avilés, durante las primeras horas de la huelga del jueves . :: SERGIO LÓPEZ
Alivio en el gigante del acero. La dirección de ArcelorMittal y los sindicatos acordaron ayer retornar a la vía del diálogo para dirimir las nuevas condiciones que la multinacional quiere aplicar a la plantilla de las factorías españolas, para atajar los malos resultados económicos. Respiró la empresa porque las movilizaciones, incluida la jornada de huelga prevista para el próximo sábado, han quedado desconvocadas y también respiraron los sindicatos, porque la empresa retiró la amenaza de aplicar la reforma laboral.
ArcelorMittal convocó a principios de este mes a la comisión de seguimiento del acuerdo marco para anunciar a los sindicatos su intención de recortar un 10% los salarios y ampliar la jornada laboral en el equivalente a 12 día al año, con el fin de ahorrar hasta un 25% de los costes salariales. Les dijo que quería negociar las nuevas condiciones del acuerdo marco, pero también que si el acuerdo no llegaba en el plazo de 20 días se acogería al descuelgue del convenio que permite la reforma laboral aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy. Es «chantaje y prepotencia», dijeron los sindicatos, que poco después convocaron dos días de huelga en la siderurgia española.
Tras la primera huelga, empresa y trabajadores se encontraron de nuevo ayer en Madrid en la segunda jornada celebrada para tramitar el periodo de consultas del descuelgue del acuerdo marco puesto en marcha por la empresa. A diferencia de la reunión anterior, la empresa movió ficha para favorecer una negociación a partir de ahora. Como resultado, los representantes de los trabajadores anunciaron, tras la reunión, la desconvocatoria de la segunda jornada de huelga, prevista y valoraron muy positivamente que la empresa se haya comprometido a «retirar la vía de la aplicación de la reforma laboral mientras negociemos».
La reunión del lunes 17 de septiembre sumió a los sindicatos en el pesimismo y confirmó las dos jornadas de huelga en las factorías, que el pasado jueves dejó paralizada la producción de acero en todo el país. La de ayer, sin embargo, dio el importante giro que los sindicatos esperaban al aceptar la multinacional abrir un periodo de un mes para negociar el nuevo acuerdo, sin necesidad de acudir a la aplicación de la reforma laboral. Los representantes de los trabajadores ya habían anunciado, tras la huelga, que esperaban un gesto de distensión por parte de la empresa.
«Sin imposiciones»
Según los sindicatos, el gigante del acero se comprometió a dialogar «sin imposiciones» y dentro de la negociación del V Acuerdo Marco, de aplicación a partir de enero de 2013. Con ese motivo, tras el encuentro, empresa y sindicatos procedieron a la firma de la constitución de la mesa de negociación del V Acuerdo Marco, que estará compuesto por cuatro representantes de UGT, cuatro de CC OO, uno de USO, uno de LAB y uno de ELA. La negociación será difícil en su conjunto, pero el aumento de la jornada laboral se presenta como el asunto más duro para el acuerdo.
La reunión comenzó poco antes de las doce del mediodía y finalizó pasadas las dos de la tarde, con la constitución de la mesa negociadora del acuerdo marco. La multinacional no hizo declaraciones, pero fuentes sindicales destacaron que la marcha atrás de la empresa en este proceso puede deberse al éxito de la huelga, pero también a que «se ha impuesto la racionalidad». Según explicó el secretario general de MCA-UGT en el comité de empresa de Arcelor en Gijón, Alberto Villalta, la empresa reflexionó y vio que a base de imposiciones no podía ir a ningún sitio». Para Villalta, «lo más grave de este asunto fue que la empresa intentó cambiar el marco de relaciones laborales y ahora vamos a pelear por todo en la negociación del acuerdo marco, pero sin la presión de la espada de Damocles encima». Según explicó, «las dos partes hemos decidido dejar las posturas de fuerza a un lado y eso es muy importante».
La imagen de una gran empresa aplicando la nueva legislación laboral que le permite la reforma también era un asunto que preocupaba a los sindicatos. El secretario general de la Federación de Industria de Comisiones Obreras, Nicomedes Sánchez, así lo entiende ya que, según dijo, «que esta gran empresa se aparte de la reforma laboral es importante para los sindicatos y para todos los trabajadores españoles».
Sobre la negociación que ahora se abre, Sánchez indicó que «estamos condenados a entendernos y habrá acuerdo. Lo importante ahora es poder negociar sin amenazas y que Arcelor haya tomado esta decisión de retirar el descuelgue. Ahora tenemos la tranquilidad suficiente y vamos a negociar porque encima de la mesa está el futuro de la siderurgia y no vamos a claudicar. Aplicar la reforma laboral significaba un retroceso de 30 años en los avances sociales que logramos».
Nicomedes Sánchez señaló también sobre la industria auxiliar que «ahora estamos mucho más tranquilos».
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