Blogia
El Blog que te da toda la información para que tu decidas ...

El Sespa avisa de que deberá bajar el sueldo a todo el personal si no ajusta a los médicos

20121009074134-09-huelga-lne-img-2012-10-09-02.05.33-9414889.jpg

 La primera jornada de la huelga convocada por el SIMPA provoca una menor afluencia de pacientes y desacuerdos sobre la cirugía programada

 El área de policlínicas del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en la mañana de ayer. | nacho orejas

 

 Lne.es » Sociedad y Cultura Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

 El Gobierno asturiano advirtió ayer de que la única alternativa posible al aumento de la actividad y la merma de salarios que ha decidido aplicar a los médicos de la sanidad pública asturiana sería «reducir las retribuciones a todo el personal», al igual que se ha hecho «en otras comunidades autónomas».

 

La gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), Celia Gómez, elevó el tono de sus argumentos ayer, el día en el que dio comienzo la huelga de nueve días convocada por el Sindicato Médico de Asturias (SIMPA). Un paro que en estas cinco jornadas iniciales (de lunes a jueves de esta semana, y el lunes de la próxima) es de media jornada (de 08.00 a 11.45 horas de la mañana) y a la que están llamados unos 4.000 facultativos de la región, incluidos los médicos residentes.

 

La huelga está motivada por la aplicación en la red sanitaria asturiana de la ampliación de la jornada laboral decretada por el Gobierno central para toda España. Una modificación que se traduce en un aumento de 35 a 37,5 horas del programa de trabajo que el personal debe cumplimentar cada semana. El SIMPA rechaza con particular beligerancia la supresión de las libranzas posteriores a las guardias y la eliminación de los programas de trabajo vespertinos para los facultativos mayores de 55 años que están exentos de realizar guardias nocturnas.

 

La huelga de ayer se saldó con un balance desigual en función de quién lo realizaba. Según el Sespa, el paro fue secundado por un total de 245 médicos: 232 de hospitales y 13 de centros de salud, para un seguimiento global del 7,87 por ciento. A la vista de estos datos, «parece razonable pensar que la mayoría de los profesionales comprende y se siente preocupada por el momento tan crítico que vive Asturias en concreto y el país en su conjunto», señalaron fuentes de la Administración.

 

En la trinchera contraria, el SIMPA subrayó que la actividad sanitaria fue «mínima», que el seguimiento fue «masivo» y que «los propios pacientes, conocedores del conflicto laboral, no han acudido a sus consultas en centros de salud y hospitales». Los responsables del Sindicato Médico denunciaron «coacciones de las gerencias y direcciones médicas a los facultativos» y agregaron que han puesto estos hechos en manos de los servicios jurídicos de la organización sindical.

 

El Sindicato Médico concretó más. Sus dirigentes de atención primaria y especializada, Carlos Fernández Moro y Ángel Colmeiro, respectivamente, calificaron de «burdo maquillaje» los datos aportados por el Sespa y agregaron que «el mejor termómetro del seguimiento de la huelga está en la caída de la actividad asistencial». Según los responsables del SIMPA, durante las tres horas y tres cuartos de paro de ayer el ritmo de asistencia «fue similar al de un fin de semana».

 

«En los hospitales se ha realizado toda la actividad urgente y preferente, pero se ha suprimido la asistencia en quirófanos y consultas externas», indicaron los líderes del Sindicato Médico, quienes, como botón de muestra, precisaron que en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) se suspendió el cien por ciento de la actividad programada en urología, cirugía general -con la excepción de los procesos preferentes-, oftalmología o cirugía infantil, así como el 75 por ciento en traumatología, el 60 por ciento en ginecología y el 50 por ciento en neurocirugía, cirugía mayor ambulatoria, vascular y otorrinolaringología.

 

El HUCA «es sólo un ejemplo de un patrón que se ha cumplido también para el resto de los hospitales», señaló el SIMPA. En el hospital gijonés de Cabueñes, los facultativos protagonizaron una concentración «que prevén repetir cada día durante las jornadas de huelga».

 

Acerca de lo sucedido en atención primaria, el sindicato convocante afirma que «el seguimiento ha sido algo menor, pero la caída de la asistencia ha resultado igualmente significativa teniendo en cuenta que los servicios mínimos para el conjunto de la red de centros de salud superaba el 70 por ciento».

 

La gerente del Sespa reconoció «discrepancias» con el Sindicato Médico a la hora de interpretar qué tipo de actividad debe llevarse a cabo en régimen de servicios mínimos. «Hemos hablado con el comité de huelga», indicó Celia Gómez, quien subrayó que «las consultas que son preferentes y la actividad quirúrgica programada deben mantenerse». Según la responsable del Sespa, «ha habido problemas en algunos servicios y en algunos centros que estamos evaluando para conocer tanto el impacto como si se deriva alguna consecuencia de ello».

 

También ayer, el Sespa y el SIMPA mantuvieron una reunión que concluyó sin avances y con reproches mutuos de cerrazón e inmovilismo. Fue en este contexto de intercambio de críticas en el que Celia Gómez lanzó su aviso para navegantes acerca de una alternativa que consistiría en un recorte salarial para los aproximadamente 16.000 trabajadores del Sespa. Una amenaza con un trasfondo muy significativo, pues los restantes sindicatos del ámbito sanitario -que representan a los demás estamentos profesionales del sector- tienen previsto comenzar su propia huelga el próximo martes, día 16, para cumplimentar un programa de paros de diez días que iría intercalándose con el de los médicos.

 

«El planteamiento del Sindicato Médico es mantener la actividad extraordinaria de una u otra manera», afirmó la gerente del Sespa al término de la reunión con los representantes del SIMPA. Las pretensiones de la Administración sanitaria consisten en «absorber esa actividad extraordinaria en la jornada ordinaria» y en que «la jornada se cumpla por parte de todos los profesionales, incluidos los médicos, porque si no tendríamos que tomar otras decisiones que no se han querido tomar pero que sí se han tomado en otras comunidades autónomas, de reducciones de las retribuciones a todo el personal».

 

«No ha habido ninguna modificación de posición por parte del Sindicato Médico», subrayó Celia Gómez, quien efectuó «un nuevo llamamiento al diálogo». El Sespa convocó en la misma tarde de ayer a los médicos residentes «porque creemos que hay algún tipo de falta de información o desconocimiento» sobre las implicaciones de la nueva normativa para los facultativos en fase de formación.

 

Por su parte, el Sindicato Médico anunció que mantiene el calendario de paros «tras ratificar la nula voluntad negociadora del Sespa». Según Antonio Matador, secretario general del SIMPA, el Sespa «se limitó» a escuchar las propuestas ya conocidas de los médicos, «pero no ha movido ficha ni ha realizado ninguna contraoferta».

La consulta de Laura deberá esperar otros tres meses

 

Oviedo, P. Á.

 

Laura -nombre ficticio- tenía una cita programada desde antes del verano con el traumatólogo del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Ayer, después de dar unas cuantas vueltas por el recinto sanitario y de recibir largas y respuestas vagas, no fue atendida. Finalmente, deberá esperar hasta finales de enero para que sea examinada la lesión que sufrió hace dos años a causa de una caída muy aparatosa.

 

«Llegamos a las ocho de la mañana a consultas externas, y las enfermeras y las auxiliares administrativas nos dijeron que no sabían nada, y que a lo mejor los médicos podían atendernos a las doce del mediodía, cuando la huelga hubiera terminado», relatan los padres de Laura, quienes de inmediato se dirigieron al servicio de atención al usuario. «Nos comentaron que los médicos tenían derecho a hacer huelga y nosotros respondimos que teníamos derecho a trabajar, y nuestra hija a ir al colegio, y a no pasar toda la mañana dando vueltas de un lado a otro», señala la familia ovetense, que tiene previsto presentar hoy una reclamación.

La UCE tilda la movilización de «irresponsable»

 

 

La Unión de Consumidores (UCE-Asturias) difundió ayer un comunicado en el que enfatiza que «un mes de huelga en la atención sanitaria es una medida absolutamente irresponsable y desproporcionada, y pone de manifiesto un total desprecio por los derechos de los usuarios». Las críticas de la UCE se dirigen hacia el Gobierno central, «que no cree en un sistema público de salud».

 

 

«Comprendemos el derecho a la huelga, pero el sistema sanitario tiene que dar alguna solución a este tipo de situaciones», argumentan los padres de Laura.

Gijón registra la mayor cifra de médicos huelguistas

El área sanitaria de Gijón registró ayer la mayor tasa de incidencia en la primera jornada de la huelga de los médicos de la sanidad pública asturiana. Según los datos difundidos por el Servicio de Salud del Principado (Sespa), la convocatoria se saldó con un seguimiento global del 7,87 por ciento: un 1,3 por ciento en atención primaria (13 facultativos) y un 11,07 por ciento en especializada (232 profesionales).

 

 

En atención hospitalaria, el mayor impacto del paro se concentró en el área gijonesa, con un seguimiento del 26,7 por ciento. Según el Sespa, del total de los facultativos de especializada que secundaron la huelga el 34 por ciento son médicos residentes (en el Hospital de Cabueñes, el 56 por ciento). En atención primaria, la mayor repercusión del paro también se registró en la zona gijonesa, con un seguimiento del 2,7 por ciento.

Pacientes resignados y facultativos indignados

Un paseo en jornada de huelga por algunos de los hospitales de la región

Oviedo / Gijón / Avilés,

 

P. Á. / L. P. / J. V.

 

A las nueve y media de la mañana de ayer, los aparcamientos públicos del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) estaban completos, como siempre. Había que recurrir a alguno de los parkings privados de la zona. «Se nota algo menos de movimiento que en un día normal», explicaba uno de los operarios del negocio, quien ya se había topado con clientes que, debido a la huelga de médicos, habían retornado para recoger sus coches tras recibir la indicación de volver a la consulta de su facultativo al filo de las doce del mediodía.

 

 

Dentro del HUCA, el área de radioterapia no sufría alteraciones reseñables. «De momento, todo va bien», explicaba uno de los pacientes que aguardaba a ser llamado para su sesión. Por los pasillos del complejo hospitalario proliferaban los médicos indignados con la nueva regulación de la jornada laboral, que aumenta sus horas de trabajo y les resta ingresos en concepto de guardias y jornadas de tarde («peonadas»). «Debe quedar claro que no nos oponemos a trabajar dos horas y media más a la semana, pero es una locura aplicar este aumento como se ha hecho aquí», coincidían en señalar tres especialistas del Hospital Central, quienes reclaman al Principado una adaptación de la nueva norma «a las características de cada servicio, que son muy distintas». «Yo estuve muchos años en el Hospital de Cabueñes y veo que aquí las huelgas son mucho más "light"», añadía una de las profesionales.

 

 

En ese mismo momento, Cabueñes vivía la primera jornada de paro médico con tranquilidad y con unos pacientes muy concienciados. El centro gijonés registró un seguimiento del 80 por ciento, con 180 profesionales cumpliendo con los servicios mínimos y «absoluta normalidad» a lo largo de toda la jornada, según indicó Francisco Cantero, delegado del Sindicato Médico (SIMPA). Sólo se atendieron las urgencias y las operaciones inaplazables, como las correspondientes a fracturas y casos de cáncer programados. En el caso de las consultas, se reasignaron las citaciones menos urgentes, y muchos pacientes incluso optaron por no acudir. No fue el caso de Isabel García, quien confiaba en que la atendieran «para no perder el viaje y tener que venir otro día». Uno de los que más nervios pasaron fue José Antonio Gabarre, con su esposa de parto en plena protesta y «un poco de preocupación por ver qué pasaba, a ver si no nos iban a atender como un día normal». Finalmente, «en urgencias nos dijeron que ellos trabajaban igual y todo fue correcto». Casi un centenar de médicos de Cabueñes protagonizaron una concentración a las puertas del centro para dejar claro que «acatamos la nueva jornada laboral, pero no como el Gobierno dice, sino de forma racional».

 

 

Entre tanto, en Mieres el seguimiento de la huelga fue «total», en expresión de Belén Costa, integrante del comité de huelga del Hospital Álvarez-Buylla, quien aclaró que «sólo se han atendido los casos urgentes y preferentes». Costa aseguró que «no ha habido casi quejas por parte de los pacientes, han entendido nuestra protesta».

 

 

Entre los usuarios afectados figura el caso de un niño de dos meses y medio que no fue atendido en el centro de salud: «Nos dijeron que esperásemos, pero el niño estaba casi desmayado, y tuvimos que traerlo a urgencias del hospital», explicaba Telvi Miguélez a la puerta del Álvarez-Buylla. También refería esta vecina de Turón el caso de otra joven, Paula Álvarez, de 17 años, quien «después de tenerlo todo preparado para operarse de anginas le cancelaron la operación». «Los médicos están en su derecho, pero nos afecta mucho», indicaba la mujer.

 

 

Caso distinto es el que citaba Ángeles San Martín, de Mieres, quien había acudido al centro hospitalario porque operaban a una hermana suya de cáncer «y fue la única operación que habían hecho, según me comentaron». Esta vecina explicaba que el hijo de una amiga tuvo menos suerte: «Iban a operarle del tabique nasal a las siete de la mañana y al final nada; preguntaron a las enfermeras, pero le contestaron que no era asunto suyo». Ángeles San Martín defiende el derecho de huelga, pero sostiene que «tenían que haberlo hecho de otra manera, anulando con tiempo las operaciones o las citas, porque al final los pacientes han venido igual al hospital».

La huelga médica aplaza citas y operaciones, pero no paraliza la sanidad

0 comentarios