La aguda recesión lleva el paro a un nuevo récord: 105.900 asturianos sin trabajo
La región pierde 17.600 ocupados en un año, aunque la industria resiste - Máxima tasa de paro en España:
Lne.es » Economía LUIS GANCEDO Oviedo,
La lista del desempleo aumenta en Asturias a razón de 65 personas cada día. Es el ritmo demoledor de la segunda recesión que sufre España desde 2008, más aguda en Asturias que en la mayoría de las demás regiones, como indican los resultados conocidos ayer de la Encuesta de Población Activa (EPA). La destrucción de empleo no da tregua y el paro crece por encima de la media en el Principado. El quinto año de la crisis deja hasta ahora el siguiente parte de daños en el mercado laboral: 17.600 puestos de trabajo perdidos y 23.700 parados más. Ya hay 105.900 asturianos en el desempleo, máximo histórico, como lo es también el resultado nacional: 5.778.100 trabajadores en busca de ocupación, más que toda la población de Dinamarca o Finlandia, y un 25% de tasa de paro.
El presidente del Principado, Javier Fernández, puso el adjetivo del día a los datos de la EPA referidos al tercer trimestre del año: «Desoladores». La Encuesta de Población Activa está considerada el retrato más fiel posible de lo que ocurre en el mercado de trabajo. La foto «desoladora» que hace de Asturias es la siguiente en trazo grueso: si de un vistazo se ve a diez personas, lo más probable es que no lleguen a cuatro las que tienen trabajo, uno estará en el desempleo y el resto serán ciudadanos considerados inactivos (niños, amas de casa, jubilados, prejubilados...).
En el último trimestre y en el último año, esa foto de Asturias ha menguado por el lado de los ocupados y crecido por el de los parados. En este último capítulo lo ha hecho a ritmos llamativamente superiores a los del país: el aumento del desempleo en tres meses (4.200 demandantes más, el 4,11%) casi triplica el promedio del país (1,49%) y el incremento en un año roza el 29%, sólo superado por Extremadura (45%).
Ayer mismo, el Instituto Flores de Lemus, vinculado a la Universidad Carlos III, divulgó unas predicciones económicas que encajan con tales resultados del mercado laboral. Calcula el observatorio económico que el producto interior bruto (PIB) asturiano está cayendo a ritmos del 3,1% interanual, cuando el conjunto de España lo hace el 1,8%. Esto es, de confirmarse esas estimaciones, la recesión asturiana estaría siendo más grave y destructiva. Sólo Castilla-La Mancha va peor, según el servicio de estudios que hasta hace pocos años trabajó para la Administración asturiana.
El nuevo golpe al empleo en Asturias presenta otra peculiaridad. Los detalles que ha difundido el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que para el conjunto de España el recorte de trabajo está siendo intenso ya en el sector público. El país ha perdido en tres meses 96.900 ocupados y más de la mitad (49.400) procedían de actividades dependientes de las distintas Administraciones. Es el resultado de la tijera de la austeridad, de la políticas contra el déficit del Estado y de las autonomías. La ministra de Empleo, Fátima Báñez, lo valoró como un rasgo positivo. «Se está invirtiendo la tendencia, con un menor crecimiento del desempleo en el sector privado y un mayor crecimiento en el sector público; este es un ajuste necesario para que nuestra economía vuelva a crecer y a ser competitiva», contestó. El PSOE hizo otra lectura desde la oposición y acusó al presidente Rajoy de haber destruido «casi 50.000 puestos de trabajo».
Pero la referida encuesta señala que en Asturias no está siendo así, que la pérdida de empleo sigue concentrada en las empresas. Sus plantillas se redujeron en 20.000 trabajadores, mientras que la del sector público es mayor que la de hace un año. Los anuncios del Principado sobre recortes en organismos y empresas de su órbita dan a entender que en los próximos meses el ajuste laboral también alcanzará al personal de la Administración en Asturias y que el paro puede agravarse.
La Federación Asturiana de Empresarios (FADE) había vaticinado días atrás que la pérdida de empleo en la economía privada podía estar tocando fondo. La Encuesta de Población Activa no lo confirma por ahora, al reflejar de nuevo que siguen vivos duros ajustes en distintas partes de la actividad productiva. El comportamiento del empleo parece seguir en el sector privado asturiano el patrón que, dictado o no por Europa, está siguiendo la política económica española: crecer básicamente a través de las exportaciones, favoreciéndolas mediante una devaluación interna -vía reducción de salarios, por ahora- que en contrapartida debilita el consumo y acentúa las dificultades de los negocios más pegados al mercado interior. El reflejo en Asturias es este: la industria aguanta, la construcción acentúa su caída y los servicios, que ocupan a la mayor parte de los trabajadores asturianos, sufre la más severa destrucción de trabajo. Los números sobre ese panorama se sintetizan a continuación.
l Industria. Según la EPA, las empresas industriales asturianas ocuparon durante el tercer trimestre del año a una media de 57.900 personas, superior a la de los tres meses anteriores (56.800) y a la del mismo período de 2011(55.300). Un balance así indica que el sector regional está siendo competitivo en sus operaciones comerciales en el exterior o para maniobrar en medio de las dificultades del deprimido mercado nacional.
l Construcción. El sector por el que empezó la crisis y que ha registrado desde 2008 las mayores pérdidas relativas de empleo ha estabilizado su plantilla en 32.000 trabajadores este año, pero desde 2011 ha destruido 5.000 empleos por dos factores adversos que se han agudizado: el frenazo en la construcción de viviendas y el registrado también en la obra pública por las políticas de austeridad.
l Los servicios. El sector terciario ocupa al 71% de los asturianos que tiene trabajo, sean asalariado o autónomos. La crisis de estas actividades, damnificadas por la caída del consumo y lastradas el pasado verano por la mala campaña turística, ha sido el agujero negro por el que se han ido casi 15.000 empleos en el último año.
Ante datos como los comentados, el presidente asturiano, Javier Fernández, instó a «reflexionar» sobre la austeridad que se ordena desde Madrid e inspira Alemania. «Es una sangría que se hace a un enfermo y que aumenta su enfermedad», diagnosticó. Los sindicatos apuntaron contra Rajoy: «La ciudadanía va a responder a este despropósito apoyando la huelga general del 14-N», dijo Antonio Pino, secretario general de CC OO. «Existen razones más que sobradas para la huelga general», señaló UGT de Asturias.
Pero el Principado también quiso ver la botella medio llena. Destacó cómo la tasa de paro regional, del 21,84%, está tres puntos por debajo del 25% nacional, máximo histórico. «No es un consuelo», avisó Severino García Vigón, presidente de la patronal FADE. Asturias sigue lejos de Andalucía, donde el 35% de la población que quiere trabajar no puede hacerlo, pero también lo está de Navarra y el País Vasco, que resisten en torno al 15% de paro. Esta crisis se ha cobrado ya 71.000 puestos de trabajo asturianos, el 60% de todo lo que había recuperado desde los años de la reconversión.
Freno a las prejubilaciones
El Gobierno quiere endurecer los retiros anticipados y la jubilación parcial, habitual en empresas como Arcelor
Madrid / Oviedo
El Gobierno se propone endurecer el acceso a la jubilación anticipada y a la modalidad de jubilación parcial (contrato relevo), endureciendo los requisitos que deben cumplir las empresas y los trabajadores para acceder a esa forma de retiro. El llamado contrato relevo es un procedimiento utilizado con mucha frecuencia en la industria asturiana. Los últimos ajustes de plantilla en compañías como Arcelor se han realizado mediante jubilaciones parciales.
La regulación actual permite la jubilación anticipada a los 63 años de manera voluntaria y a los 61 años si existe pérdida forzosa del trabajo. El Gobierno se propone elevar la edad mínima, aumentar el número de años cotizados necesarios para acceder al retiro adelantado y endurecer los coeficientes reductores que se aplican sobre la cuantía de la pensión. En el caso de la jubilación parcial, el informe del Gobierno plantea también medidas restrictivas.
El Ejecutivo se ampara en los costes que suponen las prejubilaciones. La ministra de Empleo, Fátima Báñez, explicó ayer que el coste anual para la Seguridad Social de las jubilaciones anticipadas es de 7.288 millones de euros y de las jubilaciones parciales de 2.690 millones.
La ministra ha indicado también que, según los últimos datos disponibles (de 2011), hay 383.900 jubilados de forma anticipada, que cobran una pensión media mensual de 1.356 euros.
En cuanto a la jubilación parcial (se accede a partir de los 61 años y consiste en una reducción de la jornada para lo que la empresa contrata a un relevista), Báñez ha cifrado el número de beneficiarios en 120.952 y su pensión media mensual en 1.588 euros.
La titular de Empleo ha recordado que el Pacto de Toledo ya aconsejó en sus últimas recomendaciones desincentivar ambas modalidades de jubilación, ya que la cuantía de la anticipada es un 16 % superior a la media y la parcial un 35 %.
Por ello, en el informe lo que se pide es acercar la edad real de jubilación (ahora en 63,3 años, ha dicho la ministra) a la legal (en 65 años, pero que subirá a los 67 paulatinamente desde el 1 de enero de 2013 al 2027).
Esta vuelta de tuerca en el sistema de pensiones llega en el contexto de las exigencias impuestas a España por la Comisión Europea dentro del protocolo de déficit excesivo y en un momento en que la crisis ha abierto una vía de agua en las cuentas de la Seguridad Social. El sistema tendrá que recurrir en 2013 al Fondo de Reserva para pagar las pensiones.
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