Un alga contra el cáncer
Entre las novedades destaca el proyecto que emprenderán con el Centro de Láser de Moscú sobre terapia fotodinámica y en el que también colabora la empresa asturiana Nuevas Tecnologías Científicas, S. A., que ha diseñado y patentado el fármaco denominado ’fotoenticine’. El hospital gijonés avanza actualmente en la realización de un ensayo clínico, que a buen seguro se llevará a cabo con pacientes asturianos y con el que se aspira a lograr en el futuro la autorización de la Agencia Española del Medicamento para el uso de este fármaco ya en fase clínica, es decir, en pacientes.
La terapia fotodinámica no es muy frecuente en España, pero sí en Estados Unidos, Canadá y Rusia, donde se suele emplear para el tratamiento de procesos oncológicos. Según detalló Vizoso, «las antiguas culturas egipcias, indias y chinas ya utilizaron los efectos terapéuticos del sol para tratar una variedad de enfermedades tales como vitiligo, psoriasis, cáncer e, incluso, psicosis. Existen referencias históricas que indican que esas antiguas civilizaciones utilizaban infusiones de plantas y la posterior exposición a la luz con objeto de tratar una variedad de lesiones cutáneas».
La ’clorina e’ «posee cualidades terapéuticas mejoradas con respecto a otros productos fotosensibles», abundó Vizoso. Tal y como avanzó en su día EL COMERCIO, la empresa Nuevas Tecnologías Científicas no nació con la vocación de buscar una cura contra el cáncer. La compañía surgió en 1998 para fabricar y desarrollar máquinas láser en el campo médico y estético, pero una colaboración con expertos rusos en la fototerapia permitió desarrollar este producto, el llamado ’fotoenticine’ que es enteramente español, y en el que han trabajado varios médicos, químicos y bioquímicos. La fototerapia consiste en aplicar luz visible a determinada longitud de onda sobre un tejido previamente fotosensibilizado. Esto provocará la apoptosis (muerte) de las células tumorales. En España la terapia fotoquímica solo se emplea de forma generalizada para tratar el cáncer de piel, pero en países como Rusia es habitual.
La proteína MMP, vital para decidir si se extirpa la axila en los tumores de mama
Los investigadores han encontrado que cuando el ganglio centinela (el que se extrae para analizar cuán desarrollado puede estar el tumor de la mama) no tiene una elevada presencia de esta proteína, «el resto de los ganglios tampoco lo están». La prueba, explicó la doctora en Biología Belén Fernández, «tiene una efectividad del cien por cien y se perfila como una herramienta importante de valor pronóstico». Esto significa que analizando la ausencia o presencia de la proteína MMP1 en el ganglio centinela, se podrían evitar muchas de las extirpaciones de axila que actualmente se realizan para asegurar la efectividad el tratamiento. La extracción de los ganglios centinelas suele provocar importantes problemas en las mujeres, indicó Vizoso, «por lo que sería un avance muy bueno para ellas».
Precisamente, mediante las proteínas presentes en los procesos inflamatorios se puede predecir si el tumor será más o menos agresivo y, si, por tanto, acabará desarrollando metástasis en el enfermo. El hallazgo de la Unidad de Investigación de Jove permite establecer una relación directa entre el perfil molecular de la inflamación que genera cada tumor y su posible diseminación por otras partes del cuerpo.
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