García Vigón: «No hay tiempo que perder para reformar el Estado del bienestar»
El presidente de FADE pide que Cascos encabece un Gobierno «fuerte y estable para tomar medidas valientes» - «No es lógico que tengamos tantos hospitales y un campus universitario en cada sitio», dice el líder empresarial
Foto: García Vigón: «No hay tiempo que perder para reformar el Estado del bienestar»
La Nueva España. Oviedo, Luis GANCEDO
Severino García Vigón (La Güeria Carrocera, 1941) lleva 16 años en la presidencia de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE). Los cumplió este viernes, coincidiendo con la asamblea anual de su organización, un acontecimiento que García Vigón utiliza cada año para fijar las posiciones de la patronal ante los grandes asuntos de Asturias. El primero, el relevo político en el Principado: «Asturias necesita un gobierno fuerte para tomar medidas valientes», señaló el líder empresarial ayer, durante una conversación con este diario que se resume bajo estas líneas.
l El Gobierno. Vigón, que en estos años ha congeniado y pactado mucho con el socialista Vicente Álvarez Areces, cree que, por «lógica política», el Foro Asturias de Francisco Álvarez-Cascos y el PP están llamados a entenderse y a compartir la gobernanza de la región: «Por primera vez, la derecha, o las derechas, como dicen algunos (en alusión al PSOE), obtiene unos resultados holgados. Las urnas reflejan que los asturianos quieren un cambio de rumbo. Debe traducirse en acciones de gobierno». A Álvarez-Cascos le toca liderar ese proceso, aunque García Vigón dice ver con preocupación las distancias que mantienen las «derechas» asturianas, y que ayer quedaron de manifiesto en la constitución de las nuevas corporaciones locales. «Preocupa la incertidumbre sobre la fortaleza y estabilidad que debe tener un gobierno. Tiene que ser estable y fuerte para tomar medidas con valentía, medidas que sean favorables al desarrollo de la actividad empresarial». ¿Tiene Álvarez-Cascos el perfil adecuado? Responde Vigón: «Nadie puede dudar de que Cascos es un hombre decidido».
l Los ajustes. «Durante la campaña electoral los partidos pasaron de puntillas, con paso de gato, sobre los problemas de Asturias. Llegó el momento de la verdad, toca gobernar y tomar medidas que implicarán desgaste». Dentro y fuera de Asturias se da por hecho que las regiones están en vísperas de más ajustes económicos. El corazón del gasto autonómico es el Estado del bienestar: la sanidad y la educación. Vigón pide reformas: «Todos estamos orgullosos del Estado del bienestar y lo queremos preservar, pero hay que tomar medidas si no queremos ponerlo en peligro. No hay tiempo que perder; hay que hacer lo que se tenga que hacer para que la gestión sea eficaz y que no peligre la viabilidad del sistema. Contemporizar no vale».
El presidente de los empresarios esboza un primer diagnóstico: «No es lógico que en Asturias existan trece o catorce hospitales o que haya un campus universitario en cada sitio». ¿Hay que cerrar hospitales o campus? Vigón pisa ese terreno con cautela: «He esbozado el problema, pero no sé lo que hay que hacer, no es mi responsabilidad. Quiero, como el que más, que haya hospitales, y estudié en la enseñanza pública, al igual que mis hijos. No admito lecciones sobre eso. No estoy despotricando contra la sanidad o contra la Universidad, sino que las quiero más potentes y competitivas». El líder de FADE añade otro matiz: «No estoy hablando de gestiones privadas».
l La corrupción. Las investigaciones judiciales por escándalos de supuesta corrupción han marcado los últimos meses de la Administración socialista presidida por Álvarez Areces. Dos empresarios están entre los imputados por el llamado «caso Marea». Severino García Vigón pide que actúe la justicia y que se extremen los controles, pero también que «se pase página». «Siendo un problema grave y una señal de alerta para que funcionen los controles públicos, no puede sacarse la conclusión de que la asturiana es una sociedad corrupta. Ni lo son todos los empresarios ni todos los funcionarios. Tómense las precauciones necesarias y que el peso de la ley caiga sobre los responsables».
l El empleo. El presidente de los empresarios asturianos lleva últimamente la etiqueta de miembro del «ala dura» de la CEOE, de la amplia mayoría que enmendó la plana al presidente de la patronal española, Juan Rosell, y frenó en seco lo que unos días antes de las elecciones autonómicas parecía un acuerdo casi hecho entre el propio Rosell y los líderes sindicales para reformar la negociación colectiva. Vigón, partidario de cambios de gran alcance, evita admitir que Rosell fue reconvenido por su junta directiva. «El mercado laboral es ineficiente y poco flexible. El empresario tiene miedo a contratar, incluso aunque tenga pedidos», afirma.
Roto el diálogo social, Vigón emplaza a los partidos a articular en el Parlamento una reforma profunda de los convenios, que «son un corsé para la empresa a la que le va mal». Más madera en dirección a las posiciones sindicales: «UGT y CC OO buscan la sindicalización de las pequeñas empresas e incrementar su poder». El líder de FADE remata: «Se defiende a quienes tienen contratos indefinidos, pero habría que preguntarles a quienes están con contratos precarios o en el paro a ver si les preocupa si baja o no la indemnización por despido».
l La Caja. La reforma financiera es otra «fundamental», opina Vigón. Cajastur se bancariza y crece mediante fusiones. ¿Se despegará de Asturias? «Los asturianos hemos contribuido a la fortaleza de la Caja. Me imagino que seguirá presente una atención y un cariño especiales hacia la región. En la huerta donde se cogieron "les patates" no se dejar de sembrar». «Uno de los aciertos de Cajastur ha sido la gestión profesional, evitar las injerencias políticas; ese camino no debe tener marcha atrás», responde también.
l La recuperación. «Confío más en la fortaleza de la propia Asturias que en la del resto de España», sostiene Severino García Vigón sobre la forma en que la economía asturiana está buscando la salida de la crisis. La actual es una Asturias distinta a la de unas décadas atrás: «Tenemos empresas de propiedad asturiana, algo que prácticamente nunca hubo; inquietud por salir a mercados exteriores y multinacionales que han hecho los deberes y están tirando». El ciclo de las infraestructuras como prioridad toca a su fin: «Termínense las que están por terminar y ocupémonos de verdad de otros asuntos». «Tengo confianza», concluye Vigón.
http://www.lavozdeasturias.es/dinero/dispuestos-negociar-Cascos-cualquier-precio_0_497950264.html
http://www.elcomercio.es/v/20110612/economia/empresarios-disfrutan-echando-gente-20110612.html
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