El Principado echa el cierre a Silicosis
El 1 de octubre se clausurarán la UVI y las tres plantas ahora en uso. Su actividad irá al Covadonga hasta su mudanza al nuevo HUCA
El Instituto Nacional de Silicosis, el ubicado desde hace 43 años en el singular edificio de habitaciones con balcón del viejo Hospital Central, echará el cierre. La Consejería de Sanidad ha decidido adelantar la clausura del edificio al próximo 1 de octubre, día en que se prevé dejen de funcionar las últimas tres plantas de hospitalización que todavía se mantienen en uso, junto a la UVI, las urgencias y también el área de fisiología donde está la Unidad del Sueño. En Silicosis sólo permanecerán abiertas las consultas externas y rayos. El resto de actividad se trasladará temporalmente a la quinta planta del Hospital Covadonga, donde antiguamente se ubicaba neumología.
La dirección del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), complejo del que forma parte el histórico instituto, comunicará hoy a los sindicatos el plan de traslado. Lo hará en una reunión con la Junta de Personal del HUCA, convocada para este mediodía y donde el gerente del Área IV, Jaime Rabanal, informará sobre la mudanza al nuevo hospital a la que se verá abocado el complejo sanitario en su totalidad en 2014. La Junta de Personal lleva meses solicitando información al respecto, algo que hasta ahora no se ha producido.
Rabanal se reunió ayer con el sindicato minero SOMA-FITAG-UGT, central íntimamente vinculada con Silicosis por ser éste centro de referencia para el tratamiento de enfermedades vinculadas con la minería.
El cierre del Instituto de Silicosis constituye el primer paso en firme del traslado a La Cadellada, donde se ubica el nuevo hospital cuya apertura parcial está prevista para el próximo enero. La Consejería de Sanidad no ha querido esperar hasta 2014 y ha acordado adelantar unos meses la clausura del edificio que en las últimas cuatro décadas albergó la atención de las enfermedades de origen laboral y respiratorio.
Pese a ser centro de referencia nacional y que gracias a su carácter de excelencia Asturias logró una subvención estatal de 72 millones para el nuevo HUCA, Silicosis se ha ido apagando poco a poco. En sus mejores tiempos llegó a disponer de 300 camas y durante años registró una actividad frenética, con la práctica totalidad de sus habitaciones ocupadas. En la actualidad solo tres de sus siete plantas de hospitalización permanecen abiertas. Además, según ha podido saber EL COMERCIO, la UVI albergaba ayer a un único paciente que a buen seguro se convertirá en el último ya que el hospital ha ordenado que no se autoricen más ingresos de estas características en Silicosis.
La decisión no ha sido bien recibida ni en Silicosis ni tampoco en el conjunto del hospital. Fuentes sindicales atribuyen la medida a «motivos económicos y de ahorro» y hablan de «desmantelamiento». Consideran que «no es de recibo hacer un traslado en octubre para hacer otro en enero». Además, recuerdan que Silicosis pasará de las actuales 80 camas a 30 ó 40 «en pleno invierno, que es cuando se disparan los ingresos por problemas respiratorios». La Junta de Personal cree que se busca mitigar el desvío presupuestario de 26 millones de euros que el hospital generó en la primera mitad del año. La Consejería de Sanidad no ha querido valorar los hechos.
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