21 de enero, nuevo día 'D' del futuro HUCA
Sanidad baraja la apertura parcial con Radioterapia dentro de 15 días. Urgencias y la UCI culminarán el traslado seis meses después
En primer término, los cuatro bloques de consultas externas. A la derecha, el edificio de hospitalización de 9 plantas de altura de La Cadellada, en Oviedo. :: JESÚS DÍAZ
El Comercio. 05.01.14 - 01:40 - LAURA FONSECA | OVIEDO.
El nuevo Hospital Universitario Central de Asturias construido en La Cadellada para reemplazar al vetusto complejo sanitario de El Cristo ya tiene fecha de inauguración; esta vez, con pacientes. El 21 de enero, martes, es el día ’D’ que la Consejería de Sanidad tiene marcado en el calendario para proceder a la apertura parcial del centro asistencial. No obstante, el departamento de Faustino Blanco, que no ha querido facilitar datos a EL COMERCIO, ha explicado a responsables hospitalarios que trabajan en el traslado que la fecha podría sufrir alguna variación, «día arriba o abajo». En cualquier caso, será a partir de la cuarta semana de enero cuando el nuevo HUCA empiece a recibir a sus primeros pacientes y se incorpore así a la actividad sanitaria de forma paulatina.
El arranque de La Cadellada será gradual. Irá de menos a más. La mudanza se hará por fases a lo largo de seis meses, según las previsiones más optimistas, o de nueve meses, según las más comedidas. El Principado descarta un traslado ’express’ como el que habían llegado a barajar anteriores gerentes, quienes contemplaban realizar todo el operativo de cambio en dos o tres semanas. Fuentes sanitarias indicaron que será el bloque de radioterapia oncológica el primero que echará a andar. Al tratarse de un área que funciona casi de manera independiente, y que en La Cadellada goza de acceso propio, no será necesario que disponga del resto de servicios clínicos, que posteriormente se irán incorporando al complejo hospitalario. Junto a los tres nuevos aceleradores lineales de oncología radioterápica, otro de los equipos que se sumarán al estreno será el PET-TAC de radiodiagnóstico, cuyo uso está muy ligado a los tratamientos contra el cáncer. Tras el inicio de las consultas y sesiones de radioterapia se procederá a completar el traslado de equipos de alta tecnología. Durante los meses en que dure la mudanza, el hospital deberá citar a pacientes en los dos recintos, lo que obligará a extremar la coordinación entre los diferentes servicios y los responsables de citaciones.
En medio de todo este proceso, queda pendiente que el futuro hospital ensaye su logística interna y logre el visto bueno para sus sistemas de climatización, limpieza, cocinas, suministro eléctrico y robotización, entre otros aspectos. El traslado de los pacientes hospitalizados en El Cristo se realizará también por fases y áreas. Pese a poder parecer la labor más compleja, según personal que trabajó en otras mudanzas «no es lo más difícil de coordinar». Lo peor aseguran «es cuando pones en marcha el bloque quirúrgico, las urgencias y la UCI», las tres áreas que el Principado ha dejado para el final. En el antiguo Hospital Central seguirá funcionando la lavandería.
Sin esterilización
El nuevo HUCA echará a andar sin área de esterilización, que se mantendrá también en el viejo centro. Queda también pendiente de dilucidar dónde se ubicará la zona administrativa, ya que el edificio del antiguo psiquiátrico que se iba a destinar a este fin será ahora la sede de la Fundación de Investigación Biosanitaria (Finba).
La UTE, en la que estaba Sacyr, logró sacar un sobrecoste de 90 millones
El Comercio. 05.01.14 - 01:39 -La constructora española Sacyr, que acaba de dar la ’espantada’ en las obras del canal de Panamá tras asegurar que no podía asumir los incrementos económicos que ha sufrido el proyecto, tiene antecedentes similares en el Principado. Dicha empresa formaba parte de la UTE que construyó el HUCA y que estaba integrada también por Sánchez y Lagos y Constructora San José. En los años que duró la obra, cuyo plazo de ejecución se incrementó de 4,5 años a 8, la unión temporal de empresas logró arrancar al Principado un sobrecoste de 90 millones de euros bajo amenaza de abandonar la construcción. La UTE, liderada por Sacyr, había obtenido la adjudicación tras presentar una baja que algunos entendían como temeraria. Fue precisamente ese descenso en el presupuesto lo que le otorgó mayor puntuación frente a otros candidatos. Pero con el tiempo, tras dos modificados del proyecto y la renuncia promovida por el Principado de los arquitectos autores del proyecto, la UTE del HUCA se embolsó a través de dos sobrecostes (uno de 54,5 millones y otro de 36 millones) casi la misma cuantía de dinero que había rebajado para ganar la licitación.
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