Los geriátricos plantean a Sanidad absorber pacientes para descongestionar hospitales
El Comercio. 18.03.14 - 00:24 - CHELO TUYA | GIJÓN.
«Sólo la coordinación sociosanitaria salvará al sector», alerta la patronal del gremio, que cifra en 500 euros al día por persona el ahorro para el servicio sanitario
Foto: :Paulo González, ante la sede de Geriátricos del Principado :: J. PAÑEDA «Si no cambian las cosas, en pocos años la red privada estará en manos de dos o tres grandes empresas multinacionales. Los pequeños centros, cerrarán». Paulo González tiene claro que el sector geriátrico asturiano no pasa por su mejor momento. Al menos, el modelo más habitual en Asturias: de menos de 25 plazas y sin especializar.
Por ello, el presidente de la Asociación de Centros Geriátricos de Asturias (Ascege), la patronal que aglutina a los 25 centros de mayor tamaño de la región, que acumulan la casi totalidad de las 1.869 plazas concertadas con el Principado, respalda las palabras de Jesús Kocina. Tal y como adelantó EL COMERCIO, el médico gijonés asegura que «el 80% de los geriátricos asturianos están en venta», después de cerrar la venta de la mayoría de sus residencias -englobadas en Geriátricos del Principado- al fondo de inversión Magnum. Kocina, que sólo se ha quedado con los centros matrices del emporio, Palacio de Caldones y La Serena, ambos en Gijón, asegura que «cualquier empresario geriátrico asturiano aceptaría una oferta por su centro».
Una aseveración que González comparte: «En venta, están todos. La situación es difícil». Tanto que la entidad sólo ve una solución de futuro para las más de 9.000 plazas privadas, del total de 15.000 abiertas en Asturias, «la coordinación sociosanitaria. Sólo ella salvará al sector, puesto que el modelo actual, el residencial, el de pequeños centros, se ha acabado. No sólo en Asturias, en toda España».
Plan para Faustino Blanco
Por ese motivo, Ascege ha elaborado una propuesta que presentará al consejero de Sanidad, Faustino Blanco, «para poner en marcha la coordinación sociosanitaria en Asturias». Se trata de la extrapolación a la región de las tesis recogidas en el Libro Blanco de la Coordinación Sociosanitaria en España elaborado en 2011 por el entonces Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad.
En el documento, que pone sobre la mesa una idea defendida en los últimos diez años por todas las administraciones, plantea Ascege absorber pacientes ingresados en hospitales «que no se encuentren en la fase aguda de la enfermedad». Es decir, trasladar a los geriátricos asturianos «a los pacientes para pasar la convalecencia», con lo que se lograría, asegura Paulo González «tres objetivos: descongestionar los hospitales, mejorar la calidad de la asistencia y ahorrar gastos». Porque, de acuerdo a sus cálculos, la derivación a los centros geriátricos de los enfermos hospitalarios «supone un ahorro importante: pasar de la media de 600 euros al día por persona que supone una cama de hospital a los 100 euros que, esa misma persona, gasta en un geriátrico».
De la construcción a la geriatría
Junto al ahorro, los propietarios de los grandes geriátricos ponen sobre la mesa «la importancia de la atención especializada. En un hospital, nadie da de comer al enfermo; en una residencia, sí. El trato es más personalizado y el enfermo tiene menos desorientación».
De hecho, ese nuevo modelo, el de centros alternativos al hospital, es sólo una parte del plan que presentarán al consejero de Sanidad, «puesto que creemos que las residencias deben abrirse al entorno. Muchas personas que viven solas están mal nutridas o mal medicadas. Si convertimos la residencia en el centro de día, donde pueden ir a comer, a pasar la tarde, a controlar la tensión, no sólo mejoraremos su calidad de vida, sino que aliviaremos la congestión de Primaria».
Además, asegura que el sector «se convertirá en la fuente de empleo para la que está llamado». Incluso ahora, «que no es un buen momento», la geriatría «está dando empleo a un perfil que apenas tiene salida en el mercado: extrabajadores de la construcción».
Mientras esperan la cita con Blanco, Ascege apunta que no apoyará la petición del resto del sector, aglutinado en Unade. Tal y como adelantó este periódico, el resto de geriátricos pide a Bienestar «que suavice la acreditación de centros», para evitar cierres. González cree que «no hay que suavizar, sino incrementar la calidad del servicio».
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