Resonancias para un año
El aumento de peticiones de los especialistas eleva la espera en el San Agustín
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El aumento de las peticiones de resonancias magnéticas por parte de los especialistas ha situado la lista de espera en Avilés en casi un año, en los casos extremos, según reconoció ayer el gerente del Hospital San Agustín (HSA), Alfonso Flórez, aunque los casos más graves “se atienden de inmediato y en los que requieren una atención más temprana no pasan de tres meses”.
Flórez señaló que se trata de una situación que no es específica de Avilés, sino de un problema que está “generalizado en el resto del país”.
Los diagnósticos mediante las resonancias magnéticas y el escáner o tomografía axial computarizada (TAC) están relevando a las tradicionales radiografías, que se van quedando desfasadas por su baja resolución. Esto obliga a los centros sanitarios a realizar un esfuerzo suplementario para atender la avalancha de peticiones que desbordan los hospitales.
En ocasiones, para descongestionar las listas de espera, el Hospital San Agustín recurre también a los centros privados o concertados, con el fin de mantener las listas de espera dentro de un margen que no llegue a superar el año.
Entre los planes de la dirección del centro está ampliar la plantilla para dar una mayor cobertura a la demanda. De momento, la plaza del jefe de servicio está ocupada por “un jefe de sección” para tratar de agilizar los turnos de espera en los que los pacientes se deben armar de paciencia para hacerse alguna de estas pruebas, El Hospital San Agustín adquirió el equipo de resonancias en el año 2007. Hasta esa fecha, los pacientes eran desviados al Hospital de Jove, en Gijón. Por aquellas fechas se llegaron a realizar 1.119 pruebas y en 2009 el equipo de radiología cuadriplicó las cifras al alcanzar 4.488 revisiones.
Cierre de una planta Por otra parte, Flórez informó que hoy se cerrará “una planta de 34 camas en la que se atienden pacientes de ginecología y hematología”, con el fin de llevar a cabo “obras de mantenimiento, como pintura, electricidad”. El gerente no pudo precisar el tiempo que permanecerá cerrada. “Se abrirá en función de la demanda que vaya habiendo”, indicó.
Habitualmente, se suelen cerrar plantas durante el verano, cuando disminuye la presión asistencial, según la gerencia, aunque se trata de una medida fuertemente contestada desde los sindicatos, que reclaman más información sobre estas acciones y han solicitado por escrito tanto el periodo de duración como el ahorro económico que supone para el centro.
La junta de personal del HSA expresó esta semana “el malestar” de los trabajadores del centro y su más enérgica protesta “por el menosprecio y falta de información de esta gerencia a los representantes legales de la junta y por ende a los trabajadores del Hospital San Agustín”, en un duro comunicado.
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