«Si dejamos de invertir en ciencia estamos echando a perder el futuro»
«La investigación siempre es buena para la economía»
«Todos los indicios que tenemos apuntan a que el hallazgo del LHC es compatible con el bosón de Higss»
JON BUTTERWORTH Físico, ferran montenegro
El científico británico Jon Butterworth, uno de los más famosos divulgadores en el Reino Unido de la física de partículas, participó en Valencia, junto a más de 80 físicos teóricos y experimentales de Estados Unidos, Europa y Japón, en un congreso sobre nuevas técnicas para buscar partículas desconocidas en el Gran Acelerador de Hadrones del CERN de Ginebra.
Jon Butterworth es profesor de Física en el University College de Londres, una pasión que ha llevado más allá de las aulas a través de su blog «Vida y física», en la edición digital del diario «The Guardian». Este afán por acercar el conocimiento a la sociedad le ha convertido en uno de los más conocidos divulgadores en el Reino Unido de la física de partículas. Además, es coordinador del Grupo del Modelo Estándar de Física en el experimento «Atlas» del Gran Acelerador de Hadrones (LHC) del Consejo Europeo para la Investigación Nuclear (CERN) de Ginebra. Esta máquina, la más potente construida jamás, acaba de hallar los primeros indicios de la existencia del bosón de Higgs, la escurridiza partícula que resolvería el misterio del origen de la masa.
En el congreso Boost 2012, organizado por el Instituto de Física Corpuscular (IFIC) de Valencia, un centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad, se han abordado nuevas técnicas para aprovechar al máximo la capacidad del LHC para descubrir nuevas partículas.
-¿A qué distancia estamos de confirmar que la nueva partícula detectada por el LHC es el Higgs?
-Sabemos que es un bosón, y algunas de las propiedades que hemos observado en ella confirman lo que predijo el modelo estándar. Lo que falta por medir es acoplamientos a otro tipo de partículas, a los fermiones y, especialmente, a taus y quarks b. Todos los indicios que tenemos es que el hallazgo es compatible con el Higgs que predice la teoría, pero estamos empezando, y aún no hay muchas medidas. Conforme el LHC avance en este sentido podríamos hallar que este bosón tenga nuevas propiedades distintas de las que vaticina el modelo estándar.
-En cierta medida, el hallazgo de este bosón que explica por qué el resto de partículas tienen masa es un alivio después de la millonaria inversión en el Gran Acelerador de Hadrones, ¿no?
-El gran alivio, lo importante para nosotros, era conseguir que la máquina funcionara y poder obtener información de ella. Que el LHC viera las colisiones al ritmo que esperábamos y que los detectores fueran capaces de «cazar» las partículas resultantes de las colisiones. Si lográbamos eso, sabíamos que tarde o temprano el Gran Acelerador podría responder a la pregunta de si existía o no el Higgs. Después de diciembre, cuando se dieron los primeros indicios, sí que ha sido un alivio ver que esa señal se confirmaba. Aunque más que un alivio, yo diría que ha sido un triunfo.
-El LHC ha dado con el escurridizo bosón operando a la mitad de su potencia. ¿Qué «nueva física» espera que pueda descubrir cuando opere a máxima energía?
-Actualmente en el LHC estamos estudiando las partículas en un nuevo rango de energía, y eso nos da nueva información sobre cómo se comportan e interaccionan. Cuando se alcance la energía máxima, este territorio se va a poder explorar mucho mejor que ahora. También es cierto que podría haber más cosas aparte del bosón de Higgs. La masa que hemos observado en esta partícula es difícil de explicar, pues no es muy natural. Hay ciertas soluciones que podrían justificar esta singularidad -supersimetría, modelos con dimensiones adicionales...-, que se han desarrollado para poder darle esa masa al Higgs en el modelo estándar y que podrían dar lugar a nuevos descubrimientos. Y esto es lo que estaremos buscando cuando el LHC opere al máximo.
-¿Los descubrimientos a los que abra la puerta el Gran Acelerador podrían llegar a explicar la falta de simetría entre la materia y la antimateria que hay en el Universo?
-Ése es precisamente el objetivo del experimento del LHC b -uno de los seis detectores o colaboraciones internacionales que conforman el Gran Acelerador-, que es el que más pistas nos va a dar sobre la falta de simetría; pero también, los detectores más genéricos, como Atlas o CMS, en su estudio del bosón de Higgs o si descubrimos supersimetría, nos pueden dar muchas pistas sobre cómo encajan las piezas del rompecabezas.
-Usted es miembro del experimento «Atlas». ¿Cómo está funcionando el detector?
-Es asombroso que el detector, que es un objeto supercomplejo, esté trabajando con un porcentaje muy bajo de canales que no funcionan. El LHC genera 400 millones de colisiones de partículas cada segundo y es imposible registrar todas. Una primera selección («trigger») reduce el número de sucesos que son registrados a unos 200 o 400 por segundo. En «Atlas» estamos analizando el 95% de esos datos «registrados». Esto es algo sin precedentes, ningún experimento anterior había logrado nunca estas cifras tan fantásticas. Además, «Atlas» es una colaboración internacional en la que trabajan más de 2.000 personas de todo el mundo, y hacer funcionar esto a nivel de organización es un pequeño milagro.
-En estos tiempos de dificultades económicas los recortes están esquilmando la investigación en todo el mundo. ¿Teme por el futuro del LHC?
-Más que el LHC, lo que me preocupa ante tantos recortes es el futuro de la ciencia. Hay tres razones principales para defender la inversión en ciencia. La primera es que la tecnología que desarrollamos es buena para la economía. La segunda es que la gente que se forma con los experimentos en la Universidad o en los institutos también es buena para la economía. Y la tercera, pero no menos importante, es que la ciencia es la esperanza para un futuro mejor. Si no invertimos en ciencia ahora estamos echando a perder el futuro a largo plazo.
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