El ERA recuperará la residencia del Naranco con una inversión de 5 millones de euros
Bienestar Social asegura que la reforma ampliará el número de plazas del edificio, desalojado hace siete meses por daños estructurales
El Comercio. 15.03.14 - 00:43 - CAROLINA GARCÍA | OVIEDO.
El Principado aumentará las plazas y llevará a cabo una reforma integral del Centro Polivalente de Recursos (CPR) del Naranco. Para ello invertirá más de cinco millones de euros en la rehabilitación que llega siete meses después del desalojo del centro por daños estructurales. Así lo anunció ayer la consejera de Bienestar Social y Vivienda, Esther Díaz, que anunció un proyecto que completa el refuerzo estructural del edificio y su adecuación a la normativa vigente. Una obra que aumentará en cinco las plazas actuales (alcanzará las 155) y aumentará la calidad del servicio.
La previsión es que los trabajos comiencen a finales de año. Cuando acaben «supondrán la recuperación del centro residencial y del centro de día que responderá a los altos estándares de calidad exigidos en la actualidad tanto en materia de confortabilidad, seguridad, accesibilidad o eficiencia energética».
El desalojo del CPR Naranco se llevó a cabo en agosto de 2013 tras detectar daños estructurales que desaconsejaban su uso como centro residencial de personas mayores. Durante estos siete meses el organismo autónomo Establecimientos Residenciales para Ancianos de Asturias (ERA) ha estudiado distintas opciones de actuación para llevar a cabo su recuperación.
En su día, durante el desalojo, la consejera de Bienestar Social garantizaba que mantendría los contratos de la mayoría de los 54 trabajadores. A los primeros los trasladó (a todos, si los empleados así lo aceptaban) a distintos centros ovetenses adscritos al Principado a través de los Establecimientos Residenciales de Asturias (ERA), como tenía previsto con los residentes. De esta forma, explicaba la responsable del área, podrán seguir atendiéndolos.
Dejaba en la residencia del Naranco a los trabajadores que realizan las labores de mantenimiento, conservación y vigilancia; y a los de las empresas de alimentación y limpieza trataba de recolocarlos en otras empresas de los mismos sectores que ya trabajan para el ERA.
La intención de la responsable de Bienestar Social era entonces que siguieran trabajando para las subcontratas y «una vez realizadas las obras necesarias en el Naranco, retornar» a las instalaciones públicas de la falda del monte. Una vez finalizadas las obras se prevé que la residencia recupere de nuevo su normalidad.
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