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HOSPITAL SAN AGUSTIN

El Sespa adjudica a General Electric Health Care el nuevo escáner del San Agustín

El Sespa adjudica a General Electric Health Care el nuevo escáner del San Agustín

 

11.11.13 - 01:40 - R. D. | AVILÉS.

El Hospital San Agustín contará con un nuevo equipo de Tomografía Axial Computarizada (TAC), más conocido como escáner.

El Servicio de Salud del Principado (Sespa) ha adjudicado a la empresa General Electric Health Care su instalación y también la de una segunda unidad destinada al gijonés Hospital de Cabueñes. El precio de ambos aparatos asciende a 882.000 euros

 

Al concurso se presentaron cuatro de las mejores empresas de suministros de alta tecnología sanitaria, incluida la empresa adjudicataria, que fue la que presentó la oferta más ventajosa para el Servicio de Salud, según informa la Consejería de Sanidad.

 

El Sespa ha argumentado su decisión de acometer esta inversión ante la necesidad de sustituir dos aparatos, que están próximos a concluir su vida útil. En el caso del de Avilés, data del año 1999. La empresa adjudicataria será también la que se encargue de la retirada de los equipos obsoletos.

El San Agustín es el único hospital donde creció en septiembre la lista de espera

El San Agustín es el único hospital donde creció en septiembre la lista de espera

 

 

Los 25 pacientes avilesinos que acumulan seis meses de retraso pertenecen al servicio de traumatología

 

04.11.2013 | 10:21

Myriam MANCISIDOR El Hospital San Agustín comenzó el año con más de 150 pacientes en lista de espera quirúrgica superior a los seis meses, pero después del "plan de choque" impulsado por Salud para reducir la demora, las cifras mejoraron hasta eliminar allá por junio los retrasos por encima de los 180 días. La merma de actividad durante la temporada estival ha ocasionado sin embargo que las cifras hayan dado ahora un giro: el San Agustín es el único hospital de Asturias en el que el pasado septiembre aumentó la lista de espera por encima de los seis meses, según datos extraídos del portal "Astursalud". Los 25 pacientes afectados, apuntan, pertenecen al servicio de traumatología.

En lo que respecta a la lista de espera existente para pacientes pendientes de una primera consulta médica en el Hospital San Agustín, esta afecta a 10.861 personas. La demora es, de media, de 52 días y más de 1.700 enfermos deben esperar para ser atendidos por el especialista más de sesenta días. Los servicios que presentan más demanda son, a su vez, los que registran mayor demora: dermatología, digestivo, neumología, neurología, reumatología, urología, traumatología, oftalmología y ginecología diagnóstica, obstetricia y pediatría. "El número de pacientes totales ha disminuido un 10,9 por ciento, lo que supone un total de 7.561 usuarios menos esperando por una primera consulta respecto a enero", manifestaron fuentes sanitarias haciendo alusión a cifras regionales.

Más llamativo es, no obstante, el número de pacientes pendiente de una prueba diagnóstica en el San Agustín, que supera los 3.000. Así, pues, siempre según datos extraídos del portal "Astursalud" y correspondientes en este caso al mes de junio, 1.299 pacientes estaban entonces pendientes de un escáner, 1.447 de una resonancia y 294 de distintos procedimientos endoscópicos. "El cierre de la lista de espera de técnicas diagnósticas desciende a un ritmo moderado debido a una mayor efectividad tanto en las consultas como en la actividad quirúrgica, que genera un aumento en el número de peticiones de pruebas diagnósticas", explicaron las mismas fuentes.

Agregaron: "Durante el primer trimestre del año se realizaron las pruebas diagnósticas de los pacientes a los que se les había aplazado con motivo del conflicto sanitario". Inciden asimismo en que en junio se registró a nivel regional una disminución del 7,9 por ciento en el número total de pacientes en espera (1.462 menos) respecto a los datos de marzo.

El Gobierno regional ha centrado la gestión de la lista de espera de técnicas diagnósticas en solucionar las pruebas (escáner, resonancia y endoscopia) suspendidas durante el conflicto sanitario, dado que los paros supusieron que se realizasen en Asturias 9.110 estudios menos que en los mismos meses del año anterior.

En otro orden de cosas, la implantación de la receta electrónica en las cinco zonas básicas de salud del área sanitaria avilesina en las que operativo el sistema ha permitido disminuir en un dieciocho por ciento el número total de consultas, lo que ha supuesto una reducción de más de 5.500 consultas. Aunque se trata de datos iniciales que será preciso corroborar en las próximas semanas, la tendencia señala que la reducción es mayor cuanto más alto es el número de pacientes incluidos en el sistema.

La reducción, según Salud, se ha constatado en cuatro de las cinco zonas básicas en las que se ha implantado la receta, con la única excepción de Cudillero, que es donde más tarde se extendió el proyecto, el pasado mes de junio. Y afecta tanto a las consultas ordinarias, con una reducción del 14 por ciento, como a aquellas que se programaban especialmente para trámites burocráticos y administrativos que se han visto reducidas de forma más significativa, concretamente en un 37,7 por ciento. "La disminución del número de consultas y de la carga administrativa permite que los profesionales dispongan de más tiempo para atender a los pacientes", aseguran responsables de Salud.

El área de urgencias se fija el objetivo de atender a los pacientes antes de 3,5 horas

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El servicio recibe a 180 personas de media al día, con picos de 260 - Sólo el 13% de los usuarios que acuden tiene patologías graves

Lne. 27.10.2013 | 02:07

 Profesionales del servicio de urgencias preparan un box destinado a pacientes muy graves. Ricardo Solís   Fotos de la noticia 

Myriam MANCISIDOR Las esperas interminables en el servicio de urgencias del Hospital San Agustín ya son cosa del pasado. El equipo que lidera Gabriel Redondo ha decido reorganizar el área para agilizar la atención de los pacientes, que en ningún caso esperan ya más de tres horas y media para ser vistos por un médico. El centro cuenta ahora con dos salas para filtrar a los pacientes según su gravedad, ha instalado una nueva sala de espera y ha habilitado una habitación para informar con mayor intimidad a los familiares de aquellos pacientes que presenten lesiones de mayor gravedad.

Los profesionales del servicio de Urgencias del Hospital San Agustín atienden, de media, a 180 pacientes al día, aunque los "picos" alcanzan los 260 enfermos por jornada. "Hasta el momento teníamos sólo una sala de triaje y por este motivo los pacientes debían esperar más tiempo del que queríamos antes de entrar al servicio. Con las dos salas el trabajo se lleva mejor", explica Redondo, que lidera desde el complejo avilesino y a nivel nacional el "triaje Manchester" o, lo que es lo mismo, un programa de filtrado de enfermos según su gravedad.

Tras cinco años con este novedoso sistema en el complejo sanitario avilesino, los resultados son positivos. "El triaje contribuye mucho a mejorar el trabajo en urgencias porque se da prioridad en la atención", subraya Redondo, que destaca que la afluencia de pacientes al servicio ha disminuido un cuatro por ciento este año respecto a 2012. Aún así el sistema de filtrado detecta que el 40 por ciento de los enfermos que acuden a Urgencias lo hace con patologías leves o menores que podrían ser tratadas por un médico de familia. Tres de cada diez pacientes lo hacen con enfermedades "de gravedad media" y un 13 por ciento entra en estado grave. "Lo que hace el triaje es que los pacientes graves sean vistos antes y con más recursos que los leves", detalla Redondo.

Los usuarios de Urgencias se clasifican por colores. Los "rojos" o severos reciben atención inmediata, los "azules" o leves esperan, de media, tres horas y media. El servicio cuenta con seis boxes destinados a pacientes graves, más uno dotado con material para atender a pacientes que entran con parada, generalmente politraumatismos. Hay doce más para el resto de enfermos que se pueden transformar en veinticuatro según la demanda. El área de traumatología es el que registra más actividad: el 25 por ciento de los pacientes que acuden a urgencias lo hace con molestias óseas. Urgencias también cuenta con habitaciones multiuso. Existen, a su vez, boxes para pacientes ambulatorios y una sala acondicionada especialmente para los enfermos psiquiátricos.

El reto del servicio de Urgencias es contar ahora en el San Agustín con sistema de triaje en turno de noche. "Esto es lo que pedimos a la dirección porque este sistema de filtrado aporta mucha seguridad a los profesionales y beneficia también a los pacientes", manifiesta Gabriel Redondo. Valora, no obstante, la reciente reorganización del servicio. "Con pocos recursos hemos hechos cambios importantes que apreciarán los pacientes, que ahora esperarán menos tiempo antes de pasar por la sala de triaje", asegura. En una de esas habitaciones estará Lía Fernández González, la encargada de estudiar a cada paciente y catalogarlo de acuerdo a su gravedad.

Masaje al ritmo de 'La Macarena'

Masaje al ritmo de 'La Macarena'
 
Los profesionales hablan de la reanimación cardiopulmonar en el San Agustín

16.10.13 - 00:25 -

«La población tiene mucho miedo a dar un masaje cardíaco y no sabe qué hacer. Pero hacer algo siempre salva vidas y no hace daño», sostuvo ayer la doctora Mercedes Albuerne, coordinadora del programa de atención cardiovascular de SEMES-AHA, que participó en una jornada en el Hospital San Agustín para hablar de formación, asistencia e investigación de la reanimación cardiopulmonar (RCP).

«Lo ideal es que sea un masaje de calidad, midiendo al ritmo de 'La Macarena' o 'Stayin Alive', no importa, pero que sea de calidad, porque aunque no sean maravillosos pueden contribuir a que el corazón se reinicie», resumió la doctora.

En la jornada también intervinieron el presidente del comité de RCP del área sanitaria, el doctor Gonzalo Rey, y la secretaria del consejo de RCP, la doctora Marta Martínez.

El trabajo de formación y asistencia tiene dos vertientes: fuera del ámbito hospitalario y dentro de él. Según explicó Rey, en el hospital «la causa del paro no es la misma y las estrategias de tratamiento tampoco». En los hospitales «se concentran pacientes con riesgo de tener un paro, y por eso la estrategia fundamental es prevenir». Cuando la mayoría de los casos que ocurren fuera «están relacionados con la enfermedad coronaria, en el hospital son una minoría».

En el Hospital San Agustín el primer paso es «organizar la recepción del paro». Rey indicó que «tenemos un protocolo, un sistema de alerta que se activa y así se avisa a toda la secuencia de tratamiento para que el paciente reciba asistencia dentro de los dos primeros minutos».

Posteriormente se establecen estrategias para la recuperación de aquellos pacientes, con equipos de intervención rápida, por ejemplo», y desfibriladores colocados en las plantas. El San Agustín, añadió Rey, dispone de sistemas de información, formación y respuesta para profesionales, estructurado y que «garantiza que los pacientes van a recibir una asistencia adecuada».

En definitiva, «lo fundamental de la supervivencia del paro es cómo se sobrevive y eso se calcula en un mes. Después al cabo de un año y al cabo de tres años, nosotros pretendemos que la persona que lo sufre se reintegre a la vida normal sin problemas», recalcó el médico. La mayoría de los pacientes, después de un mes, tiene un nivel neurológico aceptable, según las estadísticas.

Por su parte, la doctora Martínez habló sobre la labor básica del consejo de RCP: «una tarea formativa a personal sanitario y a la población general, el apoyo a la implantación de desfibriladores con acceso público y la parte de la investigación». En ese sentido, la doctora recalcó que «estamos desarrollando un proyecto internacional que es un registro de todas las paradas que se producen en todos los servicios de emergencias del país, que posteriormente se incluirá en un registro europeo».

A su juicio, «gracias a estas iniciativas la población se va a sensibilizar y vamos a conseguir difundir más la RCP básica y los desfibriladores». Para Martínez, «la falta de reacción de un ciudadano es por miedo a hacer daño, y a pesar de que uno de cada cinco pacientes es atendido por un testigo el número podría ser mayor». Al respecto comentó que «la mayoría de las veces no se hace nada, y ese tiempo es determinante para que la actuación de los servicios de emergencia sea efectiva». Martínez aseguró que «el porcentaje de personas que sabe RCP está aumentando».

La comunidad educativa recibe formación en el Hospital para actuar ante un infarto

La médica Mercedes Albuerne.

 

 

 

 

 

 

 

 

Los profesionales del San Agustín participarán el próximo mes en un taller de entrenamiento de reanimación cardiopulmonar de "alta calidad"

15.10.2013 | 02:18

    Myriam MANCISIDOR
     Agustín González presidía un Pleno poco antes de la Navidad de 1995 cuando sufrió un infarto. El entonces alcalde de Avilés por el PP salvó su vida gracias a la rápida actuación de su compañero de partido y de Corporación, el médico Juan Enrique García. Si bien son los facultativos quienes actúan con maestría cuando el corazón apura, cualquiera puede atender a una víctima en los primeros compases de un paro cardiaco. Y la inmediatez es fundamental: por cada minuto que un paciente que está sufriendo un ataque al corazón pasa sin atención urgente se reducen en un diez por ciento sus posibilidades de vivir.

Dada la importancia de la RCP (reanimación cardiopulmonar), los profesionales del área sanitaria avilesina se han adherido a la I Jornada europea de concienciación ante el paro cardiaco, cuyo objetivo es aportar a los vecinos los conocimientos suficientes para atender a una víctima hasta la llegada de los equipos sanitarios avanzados. Con este fin, 120 alumnos de sexto de primaria de los colegios del Quirinal y Palacio Valdés más treinta profesores de distintos colegios acudieron ayer al San Agustín donde aprendieron a salvar vidas con las manos.

Los talleres los impartieron instructores de RCP: médicos y enfermeras de Urgencias del Hospital San Agustín. Este servicio es centro de entrenamiento asociado a la "American Heart Association" desde 2010 y cuenta con 24 instructores del programa de atención cardiovascular de emergencia de la Sociedad de Medicina de Emergencia. Una de las profesionales, Mercedes Albuerne, es además la coordinadora del programa en Asturias y ayer se mostró entusiasmada por la posibilidad de enseñar a alumnos y profesores avilesinos las maniobras necesarias para mantener con vida a una víctima de un infarto de miocardio.

Así, probablemente, mejoren las cifras actuales: cada día en España alrededor de cien personas mueren como consecuencia de un paro cardiaco y sólo una de cada cinco son reanimadas por testigos presenciales. La actuación ante un infarto comienza con el reconocimiento de la posible parada y tres "pistas" de que es así son que el paciente se desplome, no responda y no respire. Una vez hecho esto, el testigo debe solicitar ayuda al 112 e iniciar sin mayor demora el masaje cardiaco comprimiendo fuerte y rápido (al menos cien compresiones por minuto) en el centro del pecho de la víctima.

"Es fundamental que la población posea conocimientos en RCP y que quite sus miedos ante la reanimación actuando con rapidez y decisión, ya que en los primeros minutos el masaje cardiaco puede hacer que un corazón parado reinicie su actividad", explicaron ayer los profesionales liderados por Albuerne. En el San Agustín, por su parte, los profesionales tendrán la posibilidad de participar a partir de noviembre en un programa de entrenamiento en RCP de "alta calidad" que se presentará hoy.

A la par se seguirá ofreciendo información a los vecinos del área sanitaria avilesina para que sepan cómo actuar ante un infarto. Sin ir más lejos, la alcaldesa de Avilés, Pilar Varela, participó ayer en un taller de reanimación cardiopulmonar organizado en el Ayuntamiento por la empresa de transporte sanitario "Transinsa". Ni corta ni perezosa, Varela masajeó con garbo el pecho de un muñeco que simulaba un paciente y se atrevió con el popularmente conocido como "boca a boca". Otros concejales siguieron su ejemplo. Ahora ya están preparados para salvar vidas. Los infartos, como el de Agustín González, suceden en los momentos menos esperados. De ahí también la importancia de dotar espacios públicos con desfibriladores.

Avilés planta cara al dolor de espalda

Avilés planta cara al dolor de espalda
 
El servicio de Rehabilitación del Hospital San Agustín actualiza sus métodos de trabajo y la colaboración entre Primaria y Especializada contra las lumbalgias

13.10.13 - 01:42 -

No existe una estadística exacta, pero se cuentan con los dedos de una mano las personas que nunca han sufrido un dolor en la espalda. «Se ha venido diciendo que el 80% de la población ha sufrido dolores de espalda, pero es un dato que se ha manejado sin evidencias científicas, aunque todo el mundo lo acepta como válido», comenta el doctor Miguel Jiménez Álvarez, jefe del servicio de Rehabilitación del Hospital San Agustín.

Lo cierto es que, aunque no se cuentan con estadísticas fiables, los dolores de espalda, las lumbalgias, «son el segundo motivo de consulta en adultos en Atención Primaria después de los problemas respiratorios», destaca el doctor Jiménez. El problema excede los límites meramente sanitarios. «Abordarlo implica no sólo recursos sanitarios; posiblemente es uno de los procesos que más gasto genera en horas laborales, bajas. Estamos ante lo que puede parecer una patología banal, pero con un coste enorme», asevera.

El Hospital San Agustín (HSA) ha decidido actualizar el protocolo de intervención ante el dolor de espalda, con circuitos específicos en función de las denominadas 'banderas rojas' o síntomas peligrosos y con una visión global de los recursos del Área Sanitaria III, ya que los médicos y rehabilitadores de Atención Primaria juegan un papel destacado. Al mismo tiempo, se tiene en cuenta qué casos deberían ser derivados a Reumatología, Traumatología o el propio servicio de Rehabilitación del Hospital. El pasado jueves, 10 de octubre, se presentó la guía en una sesión médica.

Entre el servicio de Rehabilitación del HSA y los equipos de Rehabilitación de Atención Primaria existe una costumbre de trabajar en equipo desde hace años. El nuevo protocolo actualiza la forma de abordar esta patología y agiliza las derivaciones a atención especializada. Más aún cuando se trata de un problema muy extendido.

Tan sólo el servicio de Rehabilitación del San Agustín recibe entre 500 y 600 pacientes por lumbalgia al año. De ellos, entre 350 y 400 reciben tratamientos de rehabilitación que van de uno a 3 meses, en función de su situación. Es la punta del iceberg del dolor de espalda en Avilés.

A ello se une los pacientes atendidos en Atención Primaria y que no figuran en esa estadística. Y aquellos que, después de un primer episodio, lo resuelven por sus propios medios, acudiendo a la red de servicios de rehabilitación privados que existe en la comarca.

A pesar de la amplia incidencia del dolor de espalda, el doctor Jiménez lanza un mensaje de tranquilidad. «En cierta manera, el dolor de espalda es inevitable porque es inherente a la vida. De hecho, en los últimos años se ha asumido la expresión lumbalgia mecánica inespecífica porque los diferentes estudios han demostrado que no se puede especificar su origen. Aquí podemos enmarcar la mayor parte de los casos que llegan a la consulta médica», comenta.

Los propios médicos son conscientes de que muchos afectados no llegan a pisar la consulta médica. «Son casos de lumbalgias que duran de una a tres semanas y que los afectados resuelven por su propios medios», explica el rehabilitador del Hospital San Agustín.

De hecho, algunos consejos básicos pueden reducir los episodios de esta naturaleza. «Vigilar el peso, hacer ejercicio de forma regular como nadar o caminar y una buena higiene postural son hábitos que, si bien no llegan a evitar el dolor de espalda, pueden prevenirlo», afirma Miguel Jiménez Álvarez.

Los casos que acuden al médico presentan episodios de dolor más frecuentes, con varios meses de molestias constantes. La mayor parte de las situaciones son resueltas en Atención Primaria.

Vigilancia de 'banderas rojas'

El nuevo protocolo recuerda la necesidad de prestar atención a los signos de alarma o 'banderas rojas' de la terminología anglosajona. «Si un dolor de espalda aparece con fiebre, pérdida de peso no explicada, sospecha de patología inflamatoria, entre otros, puede ser síntoma de otra enfermedad más grave, como un tumor o una infección en la columna. En estos casos, no hay que perder tiempo y se establecen unas derivaciones a Trauma o Reumatología», destaca el doctor Jiménez.

Estas 'banderas rojas' se producen en una minoría de enfermos y la rapidez de respuesta es esencial. La mayor parte de los enfermos responden a la denominada Lumbalgia Mecánica Inespecífica (LMI). «Una vez descartados los signos de peligro, para nuestro diagnóstico es fundamental una buena exploración física y escuchar al paciente. En ocasiones es suficiente, aunque a veces pueden ser necesarias radiografías, escáneres, incluso resonancias; pero no es necesario realizarlas», apunta el doctor Jiménez.

De hecho, estos pacientes suelen requerir más tiempo del habitual en la consulta. «Como mínimo, una buena exploración necesita 20 minutos. En Avilés, estamos haciéndolo y somos unos afortunados. Conocemos otros compañeros que no tienen esa posibilidad», comenta.

A partir de ahí, se fijará el tratamiento. «Debemos aclarar al paciente la benignidad de su dolor, su posible origen. En algunas personas, la ansiedad ante el dolor puede llegar a condicionar negativamente la evolución», añade Jiménez.

De hecho, en ocasiones «existen ideas preconcebidas que son negativas. El peor enemigo del dolor de espalda es el reposo. A veces hay que moverse, igual un pequeño paseo por casa, pero es necesario moverse», señala el doctor Jiménez.

El rehabilitador indica que «en algunos episodios, una persona puede tener dos o tres días de reposo, pero a partir de ahí, debe comenzar a moverse en la medida de lo posible. A partir de la segunda semana de reposo, los músculos se atrofian y eso siempre es peor».

Además de analgésicos, un buen número de episodios se superan con sesiones de rehabilitación y ejercicios, incluso que los pacientes pueden realizar en su domicilio. Cada uno de los casos de lumbalgia que es tratado en el San Agustín recibe una guía de ocho páginas con los consejos para tratar de forma adecuada su espalda.

Aunque la mayor parte de los casos se resuelven con tratamientos conservadores, existen situaciones en las que es necesario operar. «Cuando el origen del dolor es una hernia y se produce un déficit neurológico como pérdida de fuerza o sensibilidad debe operarse. En el resto de casos, es aconsejable aplicar un tratamiento conservador durante un periodo de seis a doce meses antes de operar», explica el doctor Jiménez.

Además de los riesgos que siempre implica pasar por el quirófano, el jefe de Rehabilitación señala que «los estudios sobre la evolución de los pacientes operados después de cinco años no es mucho mejor de los que no se operaron. Sólo el 40% de los pacientes que se operaron sin la existencia de un déficit neurológico tuvieron beneficio de la operación».

El experto considera que estos casos en España se produce «un exceso de cirugía», atribuyéndole a diferentes factores como «la presión laboral porque no se puede mantener una baja durante el tiempo que necesita para la recuperación con un tratamiento conservador». Una situación que también se produce en Avilés durante los últimos años.

«En los últimos cinco años ha crecido en España el número de operaciones. Ahora mismo recibimos más pacientes para rehabilitación con cirugía de espalda que hace unos años», apunta al tiempo que recuerda que «los estudios que se están haciendo en el Reino Unido y Estados Unidos advierten del exceso en el número de cirugías».

 

El San Agustín y Fundación Alimerka mantendrán su apoyo a los enfermos del hospital de día médico

El San Agustín y Fundación Alimerka mantendrán su apoyo a los enfermos del hospital de día médico

 

El Hospital San Agustín y la Fundación Alimerka han decidido mantener el convenio de colaboración que mejora el confort de las personas que reciben tratamientos en el hospital de día médico, fundamentalmente pacientes de Oncología y Hematología.

  En su estancia en el centro para recibir su tratamiento disfrutan de bebidas (productos lácteos y agua) además de prensa y revistas. Los acompañantes también se benefician de estas ventajas.

05.10.13 - 00:18 - 


El convenio se completa con la colaboración de 25 voluntarios del Centro de Apoyo a la Integración de Villalegre, que son respaldados por dos monitores. Su trabajo es fundamental para sacar adelante la logística de este proyecto que tiene iniciativas hermanas en otros nueve hospitales en cuatro provincias.

Desde el pasado mes de febrero, se han realizado 2.175 sesiones de oncología y 2.942 de hematología (una persona puede recibir más de una sesión en este tiempo). En total, se han distribuido 3.000 unidades de productos líquidos (agua y lácteos) así como 3.300 unidades de revistas y periódicos.

La directora del Hospital San Agustín, Begoña Martínez Argüelles, destacó la importancia de «la colaboración público-privada con este tipo de iniciativas», asegurando que el resultado de estos primeros seis meses han sido «óptimos»

Por su parte, Ana Suárez Guerra, directora de Enfermería, subrayó el alivio que representaba para los pacientes y familiares en «unos tratamientos que resultan muy angustiosos y donde las esperas resultan muy duras».

Desde la consejería de Bienestar, Jacinto Braña destacó la importancia del voluntariado de los jóvenes del CAI. «Su trabajo ayuda a la integración, demostrando que aportan a la sociedad ayudando a personas en momentos difíciles. La mejora en su autoestima es muy importante».

La Fundación Alimerka, a través de su director, Antonio Blanco Prieto, destacó la satisfacción por la iniciativa, señalando que se avanzará en el intercambio de experiencias entre los centros participantes para mejorar los diferentes proyectos en marcha.

El San Agustín baja el número de pacientes en lista de espera, pero la demora aumenta a 81 días

El San Agustín baja el número de pacientes en lista de espera, pero la demora aumenta a 81 días
 
2.360 personas aguardaban aún para entrar en quirófano en el pasado mes de agosto, un 2,5% menos que en julio

18.09.13 - 00:21 -

El número de pacientes en lista espera para operarse en el Hospital San Agustín descendió en agosto con respecto a julio pasado un 2,5%, hasta situarse en las 2.360 personas, aunque sigue siendo un 37,5% superior a los 1.716 pacientes que aguardaban a ser operados hace un año. La estadística recoge otros datos más negativos, como que el tiempo medio de espera se elevó a los 81 días el pasado mes de agosto, cifra un 13% superior a la del mes anterior y a la del mismo mes de hace un año.

Esos datos recogen la desigual evolución de las estadísticas sobre lista de espera quirúrgica que se han dado en el centro hospitalario comarcal a lo largo del verano, cuando desde el Servicio de Salud del Principado de Asturias se observaba el pasado junio una cierta mejoría, en fase de superación de los efectos de la huelga sanitaria de finales del pasado ejercicio.

A lo largo del verano, el dato que ha mejorado en el Hospital San Agustín en lo que se refiere a la lista de espera quirúrgica es el relativo al número de pacientes que esperan por una operación. En agosto había 2.360 personas frente a las 2.421 de julio y las 2.420 de junio.

Pero a partir de ahí, la mayoría de los datos han ido a peor a lo largo de la temporada estival. Así, la demora media, que recoge el tiempo de espera que, por término medio, supera un paciente para ser intervenido, pasó de los 61,7 días de junio a 71,5 días en julio. El mes pasado se elevó hasta los mencionados 80,9 días.

Del mismo modo, el tiempo máximo de espera que tuvo que superar un paciente para que finalmente le operaran el mes pasado fue de 211 días, cifra superior a los 197 días de julio y, más aún, a los 179 días de junio.

Además, en ese mismo periodo ha ido creciendo de forma notable el número de pacientes que han de aguardar más de tres meses a ser operados. Así, en junio se contaban únicamente a 639 personas que esperaron entre tres y seis meses para ser operados. Pero en julio esa cifra se había elevado a las 780 personas, y a ellas se sumaban otras 13 que llevaban ya más de seis meses de espera. Pues el mes pasado, ambas cifras se han incrementado hasta el punto de que en agosto había 937 pacientes que esperaban entre 91 y 180 días por una operación, y veinte más que llevaban más de 181 días en esa situación.

Si bien la comparación de los datos de agosto con respecto a los de junio pudiera dar lugar a equívocos por las diversas circunstancias que vive la actividad hospitalaria en esos meses, el balance del mes pasado tampoco resiste muy bien la comparación con el de agosto de 2012.

En el mismo mes, pero del año pasado, no solo había menos pacientes en lista de espera y la demora media era diez días más baja, sino que además el tiempo de espera máximo era de 179 días -frente a los 211 del mes pasado-. A ello se suma que había 539 pacientes que llevaban entre tres y seis meses esperando a ser intervenidos frente a los 937 de agosto de este año. Entonces, no había ni un paciente con una demora superior a ese periodo.

En lo que no ha habido grandes cambios a lo largo del verano ha sido en la clasificación de las intervenciones con más demora. Nuevamente, los procesos con una lista de espera más abultada son las operaciones de cataratas. El pasado mes, había 510 pacientes del San Agustín esperando por esa intervención, por la que debían aguardar una media de 85,5 días. En julio las cifras eran de 505 personas y 72,3 jornadas de demora, mientras que en junio había 533 pacientes en lista de espera que aguardaban una media de 61,3 días.

Hernias y prótesis

Las hernias y las prótesis de rodilla eran, en los meses del verano, los dos procesos que seguían a las cataratas en la clasificación de las listas de espera más abultadas. Los tiempos medio de demora en estos casos iban de los 100,1 de la hernia inguinal de julio, a los 78,3 días de la prótesis de rodilla en el mes de junio. En agosto pasado, los tiempos medios de espera para ambas intervenciones fue de 98,5 y 98,7 días, respectivamente.

En lo que sí hubo el mes pasado un cambio más acusado con respecto a los datos de los meses precedentes del verano fue en lo relativo a las prótesis de cadera, intervención en la que la espera media pasó de los 87,8 y 83,7 días de julio y junio, a un total de 105,2 días. De hecho, un paciente al que se le colocó dicha prótesis el mes pasado fue el que tuvo que esperar 211 días para ser operado en el centro hospitalario comarcal.

Esa media de demora de 105,2 días equiparó la intervención de prótesis de cadera con la de hemorroides, lo que convierte a ambos procesos en los que a lo largo del pasado mes de agosto requirieron una mayor paciencia por parte de quienes los precisan. En el mes de julio, las intervenciones que más se hicieron de rogar fueron las relativas a la enfermedad de Dupuytren, con 107,8 días de demora, y la hernia inguinal, con 100,1 días. En junio, ninguno de los procesos llegó a superar los tres meses de espera, y los que acumularon mayor demora fueron la prótesis de cadera, con 83,7 días de media, y las hernias, con 82,8 días.